Jorge Campillo vive una semana muy especial en St. Louis. No sólo es su debut en el PGA Championship, que ya sería un motivo más que suficiente para celebrar y emocionarse, sino que también será su primer torneo como profesional en Estados Unidos. Este hito para un jugador que fue una de las grandes referencias del golf universitario americano entre 2006 y 2009 no es menor ni mucho menos. De algún modo, Campillo vuelve a casa, o al menos a su segunda casa.
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Jorge vivió días de vino y rosas representando a la Universidad de Indiana durante su etapa académica. No sólo llegó a ser Número 2 del mundo amateur únicamente por detrás de Danny Willett, sino que se convirtió en una leyenda en Indiana. Fue cuatro veces elegido en el mejor equipo de su conferencia (Big Ten), dos veces en el mejor equipo de Estados Unidos, fue segundo en la Final de la NCAA 2008, participó en dos Palmer Cup y tiene la segunda mejor media de golpes de la historia de Indiana por detrás de Jeff Overton.
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Campillo es un héroe ‘Hoosier’, más que un ídolo, si nos permiten la referencia cinéfila, pero sobre todo es una institución en su universidad, tal y como le han hecho saber cada vez que ha vuelto allí de visita. Desde que salió de Indiana, Jorge no tenía otra cosa en la cabeza que jugar en Estados Unidos, formar parte del PGA Tour y pelear por los Grandes, la Ryder y todo lo que uno se pudiera imaginar. Era una estrella con mayúsculas. Estaba llamado a todo eso y ahora, poco a poco, lo está cumpliendo.
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El PGA Championship de esta semana es sólo el primer paso de una carrera que nunca ha dejado de crecer. Campillo está en plena evolución y este estreno suyo en Estados Unidos es una muesca más en el cinturón. Es quizá la más especial porque es la primera y porque llega nueve años después de su graduación. Seguro que Jorge soñaba con haberlo hecho mucho antes, pero nunca es tarde si la dicha es buena y mucho menos si tenemos en cuenta que llega por méritos propios, por ránking, en un Grande y no por una invitación en un torneo regular del PGA Tour.
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Jorge ya jugó el OHL Classic de Mayakoba del Circuito Americano, o el WGC México Championship, pero es la primera vez como profesional que juega en suelo estadounidense, y el destino ha querido que sea a menos de cuatro horas en coche de Bloomington, donde se encuentra la Universidad de Indiana. Difícil soñar con un debut en el PGA más especial.
Campillo está encantado en Bellerive. Le gusta el campo, le recuerda a sus años de gloria universitarios, y confía en hacerlo bien. Además, este martes se buscó a dos cicerone de lujos para entrenar el campo. Jugó nueve hoyos con Francesco Molinari, flamante campeón del Open Championship, donde Jorge realizó su debut en los Grandes, y Tony Finau, el único jugador del mundo que lleva tres top ten en los tres Grandes que se han jugado.
