Sergio García (+5) no estará el fin de semana en el PGA Championship por un golpe tras entregar una tarjeta de 71 golpes este viernes. El jugador de Borriol ha fallado un nuevo corte en un Grande y ya van siete consecutivos. Una racha extraña y de difícil explicación. De hecho, ni el propio Sergio consigue dar una respuesta.
La realidad es que no hay que rebuscar demasiado para encontrar la clave del corte fallado esta semana en Bethpage. García ha vivido una auténtica pesadilla en los greenes. La pregunta ahora es por qué le está pasando especialmente en los Majors, ya que en el resto de las semanas regulares del PGA Tour sí está manteniendo un nivel de putt que, sin ser brillante, sí es aceptable.
“No sé por qué pero en los Grandes me está costando, no sé que está ocurriendo”
Sergio ha fallado hoy nada menos que nueve opciones de birdie o par de cuatro metros y medio hacia abajo. La vuelta empezaba ya castigando la moral del golfista de Castellón con un putt de par de poco más de medio metro que se iba al limbo en el hoyo 1. El resto ha sido un llorar y crujir de dientes. Recordemos que el jueves ya se le habían escapado hasta seis putts de dos metros para abajo. Hoy sumaba a esa lista dos más, el citado del hoyo 1 y otro de birdie en el 4 de metro y medio.
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Es muy difícil lidiar con un rendimiento de putt así en un Major y mucho más en un campo tan duro como Bethpage. Realmente, se hace un mundo ser competitivo. Con estas cifras en la mano, la realidad es que prácticamente es una heroicidad que Sergio se haya quedado a sólo un golpe de pasar el corte. Es la muestra de que su juego largo está bien. De hecho, hoy ha jugado incluso mejor que ayer.
El Plan B es en realidad un Plan A
“No sé por qué pero en los Grandes me está costando, no sé qué está ocurriendo”, se sinceraba un Sergio visiblemente decepcionado. Por lo pronto, lo que sí tiene claro es que no va a cambiar más cosas con el putt. Ha apostado por el grip convencional y va a ir a muerte con él durante un tiempo, al menos de momento. Quiere darse tiempo para agarrar confianza con la misma técnica. En los torneos regulares ya lo ha conseguido y ahora necesita llevarlo a los Majors.
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Precisamente esta irregularidad en las grandes citas es lo que le hizo probar el agarre en pinza con el que ganó el Masters en 2017, pero ahora mismo no quiere salirse del grip normal. “Ahora lo que no busco son cambios. Voy a seguir en esta misma línea. Ya he salvado la tarjeta, así que si fallo cortes no pasa nada”, decía con cierto tono irónico el de Borriol.
Curiosamente, el único putt que metía en toda la vuelta llegaba en el hoyo 18, cuando el corte fallado era ya una realidad. Sergio embocaba un putt de birdie de casi tres metros. Más crueldad, imposible.
