Rickie Fowler ha firmado una buena tarjeta de 71 golpes en la primera ronda del PGA Championship, que se disputa desde hoy en el Ocean Course de Kiawah Island, en Carolina del Sur. Y nada más finalizar su vuelta, ha desvelado cómo fue su sorprendente preparación para el segundo major de la temporada: jugando al golf con Michael Jordan.
La leyenda de la NBA, que ganó seis anillos con su famoso dorsal 23 en los Chicago Bulls, demuestra ser tan competitivo en el golf como lo era en su día en el baloncesto. «Jugar contra Michael Jordan es tan bueno como prepararse», dijo Fowler. Porque el icono estadounidense aprieta a sus rivales tanto física, como mental… y financieramente, con apuestas de por medio.
Jordan juega rápido y hay que seguirle el ritmo. Y por si la dificultad fuera poca, el partido con Fowler lo disputó en The Groove XXIII, su campo al sur de Florida, que conoce al detalle. «Creo que no tener que darle dinero a Michael ha sido posiblemente mi mayor victoria por cómo conoce The Groove y cómo presiona», dijo Rickie.
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«Si no pierdo dinero con él ya es una victoria», confesó Fowler, que suele darle 10 golpes de ventaja a Jordan en sus partidos. «Es bueno. Muchos de los chicos de la tienda hacen apuestas y esas cosas. Suele estar sobre 77, más o menos», añadió. Pero además, sus partidos con el exjugador de baloncesto le permiten sincerarse a la hora de superar el bache de juego que está pasando desde hace algún tiempo.
«Es una situación difícil para cualquiera, independientemente de si eres o no el centro de atención, porque tú te ocupas de lo tuyo, de tu lucha mental. Es diferente porque hay mucha gente preguntándose lo que pasa o hablando de lo que ocurre. Cuando estás pasando por algo, ya sea personal o como en mi caso relacionado con el golf. es complicado. Y no importa si hay gente mirando, aunque añade algo de presión», finalizó.
