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Cuatro líderes por la mañana, quince rondas bajo par, Thomas y McIlroy sufren...

Un encendido elogio a la PGA… y a Brooks Koepka

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Brooks Koepka, en la primera jornada del PGA Championship en Kiawah Island.

La PGA de América lo ha vuelto a hacer. Ni Augusta, ni la USGA, ni el Royal and Ancient, nadie tiene el sentido, la sensibilidad y la finura de la PGA de América a la hora de preparar su campo. Una vez más se han salido del mapa.

El Ocean Course de Kiawah Island, sí, es una auténtica obra de arte de Pete Dye, pero en manos de la PGA se convierte en algo parecido a una de las siete maravillas del mundo. El campo luce espectacular, lo cual tiene su mérito y muchísimo trabajo detrás, pero lo más importante es cómo ajustan la preparación al milímetro para que sea el equilibrio perfecto entre exigencia y justicia. Hacen del riesgo-recompensa un arte. Y aquí, claro, hay mucho de estudio, de horas y horas pateando el trazado, de entenderlo, de jugarlo, se asimilarlo… y también hay mucho de intuición.

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La primera jornada del PGA Championship está siendo un espectáculo. El tiempo, las vistas y los jugones acompañan, por supuesto, pero hay que darle todo el crédito a los que montan el escenario, deciden los tees, ponen las banderas, cortan el rough y determinan finalmente cómo se va a jugar cada día. Al fin y al cabo, un campo de golf es un ser vivo y la PGA de América lo maneja como si fuera fácil. No es la primera vez que sucede y por ello, vaya por delante, este encendido elogio.

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El torneo no ha hecho más que empezar, pero se han sentado las bases de algo precioso. Apenas 15 jugadores han conseguido bajar del par en el turno de mañana y el liderato se ha quedado en -3. Lo comparten Brooks Koepka, Keegan Bradley, Viktor Hovland y Aaron Wise. Cuatro jugadores cuya principal cualidad es lo bien que le pegan a la bola de tee a green. Eso es la PGA de América. El test es duro, un auténtico desafío, pero si juegas bien, adelante, ahí tienes los birdies, ahí tienes los hoyos de recuperación, ahí tienes los pares 5 y algún que otro para 4 corto con el viento a favor… Eso sí, como no le pegues bien a la bola, vete preparando para un día muy largo. Que se lo pregunten, si no, a Cameron Champ (+10), Kevin Na (+7), Adam Scott (+6), Bernd Wiesberger (+6), Alex Noren (+5), Danny Willett (+5) o Kevin Kisner (+5). Tampoco dejamos pasar por alto a Justin Thomas (+3) o Rory McIlroy (+3). Han visitado las dunas de Kiawah más de lo aconsejable y así no toca más que sufrir. Rory ha hecho tres bogeys en los pares 5, siempre desde la arena, fallando sobre todo el segundo golpe… No busquen más. Hay hoyos que son auténticos cocos y si no aprovechas los escasos caramelos que va dejando el campo, no le ganas. Es así de simple… y de complicado a la vez.

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La PGA se merece el elogio, pero no menos Brooks Koepka (-3). Mientras la gran mayoría de los jugadores pedía en los días previos árnica a la PGA para acortar el campo (algo que han hecho, quitándole más de 200 yardas hoy), Koepka se limitó a decir que le encantaba el campo, que la preparación era perfecta y que, más o menos, le iba como anillo al dedo. Otra vez Brooks y la batalla psicológica.

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Ya sabemos que va a ser duro, de qué me va a servir quejarme. Ese es su mantra. Esta es una semana en la que te tienes que hacer amigo de tu rival, tienes que querer al campo, y eso Koepka lo hace como nadie. Por eso, precisamente por eso, arranca por el hoyo 10 con un doloroso doble bogey y no le pesa. Falló la salida a la arena, la estrelló después contra la hierba, tuvo que sacar a calle, green y dos putts… Así ha empezado su PGA Championship. ¿Y qué ha hecho? Ha puesto cara de póker con perilla y ha mirado hacia adelante. No era una situación fácil, ya que el 10 no es precisamente el hoyo más difícil de Kiawah, pero Koepka lo entiende mejor que nadie. En los Grandes hay que ser más resilientes que nunca, mirar hacia adelante y confiar en tu golf. Después, ha jugado muy buen golf y ha pateado de maravilla, con una racha fabulosa en los greenes entre los hoyos 1 y 5. Pero eso, esa racha, se produce por cómo encaja el doble bogey inicial.

Hay que destacar también los comienzos de Collin Morikawa (-2), defensor del título, Paul Casey (-1), Tyrrell Hatton (-1), Louis Oosthuizen (-1) o Tom Lewis (-1). Jon Rahm y Sergio García juegan por la tarde.

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