Adri Arnaus (+3) ha terminado el PGA Championship con una vuelta de 73 golpes este domingo. No ha sido la guinda que el golfista de Moià le quería poner al rico pastel que ha cocinado esta semana en Southern Hills. Un inicio nervioso y un mal golpe en el hoyo 11 le han costado acabar mucho más arriba en la clasificación, optando incluso a un hueco en el top 10 del torneo.
Le costó a Arnaus encontrar su ritmo y su swing en los primeros hoyos. Su golf no fluía como en los días anteriores y, especialmente, no se parecía a la fantástica demostración del sábado. El hecho de jugar con Rory McIlroy le pasó factura. Así lo reconocía el propio Adri al acabar la ronda.
No es nada de lo que extrañarse. Es la primera vez que Arnaus juega un domingo de Grande con opciones de hacer algo realmente interesante, por ejemplo acabar en el top ten. Además, le tocó jugar con un golfista de la dimensión de Rory McIlroy. Por si fuera poco, el inicio de Rory fue como para hacer pequeño a cualquiera. Arrancó con cuatro birdies en los primeros cinco hoyos, con Southern Hills rugiendo como si no hubiera un mañana. Hay que estar ahí…
A Arnaus le costó centrarse en su juego y olvidar al jugador que tenía a su lado. Así cayó el bogey del hoyo 1 y, sobre todo, uno muy doloroso en el 4, después de fallar un putt de menos de un metro para par. La bola hizo corbata completa. En cuatro hoyos Rory le sacaba cinco golpes. Tocaba digerirlo. Y Adri lo hizo…
Superado el shock inicial, Arnaus logró jugar de tú a tú con McIlroy. Ya sí empezó a recordar al Arnaus de toda la semana. Fue encontrando calles y greenes y se fue dejando opciones de birdie, especialmente a partir del hoyo 13. El único borrón fue el 11. Un mal tiro desde el tee mandó la bola al arroyo de la derecha y tuvo que dropar con penalidad. Doble bogey.
A partir de ese error, Adri consiguió jugar uno bajo par y lo hizo mejor que un Rory que amenazó seriamente con meterse en la pelea por la victoria y que finalmente se acabó diluyendo. Arnaus terminó de mostrar todo el poderío que lleva dentro cuando por fin logró zafarse del embrujo de Rory. Y sí, lo podemos confirmar, por si quedaba alguna duda, incluso después de una vuelta que no ha sido la mejor y junto con un gran McIlroy, Adri es un jugador llamado a grandísimas cosas. Su juego largo no tiene nada que envidiar al de Rory… Y ojo de quién estamos hablando… Realmente, la diferencia entre los dos hoy ha estado en ese hoyo 11 y dos putts largos que ha metido McIlroy. No mucho más.
Arnaus asegura que se marcha decepcionado por la última vuelta, pero el balance general del PGA Championship es muy bueno. El golfista español se pone un notable y nosotros le añadimos el alto, un notable alto. Con ganas de seguir viéndolo en las citas más importante. Lo próximo es el US Open. Ya está clasificado al estar entre los 60 mejores del mundo este lunes. Por cierto, su ranking ya se le queda pequeño.
