El monstruito empieza a asomar la cabeza. Lo de hoy en Oak Hill no está siendo una escabechina, ni una carnicería, ni siquiera una trituradora, pero al menos sí estamos autorizados para llamarlo derribos y demoliciones. El viento está soplando como se esperaba este viernes, el rough está ligeramente más largo y los greenes un poco más duros. Hay que sobrevivir. Sudar y remar.
Total, por la mañana sólo ocho jugadores han bajado del par y la mejor vuelta ha sido un 67 de Patrick Cantlay (tres bajo par). La mejor y la única. Después hay tres tarjetas de 68 y cuatro de 69. Pare usted de contar. Sin embargo, lo más potente es que ahora mismo en la casa club sólo hay dos jugadores por debajo del par y ambos con -1. Son Taylor Pendrith y Justin Rose. Son los líderes con la vuelta acabada. Parece imposible que no haya uno, dos y algún jugador más que los supere por la tarde, pero la realidad es que el bajo par empieza a estar en vías de extinción en el PGA Championship.
Hay un buen puñado de jugadores que ha dejado pasar la mañana, difícil con el viento, sí, pero no imposible, sin dar un golpe sobre la mesa. Son los casos de Justin Rose (-1), que llegó a ponerse cuatro bajo par, Dustin Johnson (+1), que acabó con doble bogey y bogey en dos de sus últimos cuatro hoyos, Adam Scott (+2), Max Homa (+3), Patrick Reed (+3), Tommy Fleetwood (+3) o Tony Finau (+5). Estaban en sus manos meter un cambio de marcha en la clasificación y no han podido. Han dejado el camino expedito a la tarde.
Realmente, los que han brillado más son los que venían desde atrás, caso de Patrick Cantlay (+1), que se ha metido en la pelea por todo tras un mal inicio el jueves y que le ha enseñado el camino a Jon Rahm de que se pueden hacer pocas en Oak Hill. De hecho, el norteamericano ha llegado -4 al último hoyo antes de acabar con bogey. Otro que ha reaccionado desde la trasera es Tyrrell Hatton (+5), con 68 golpes.
Por supuesto, el final del turno matutino de la segunda jornada nos ha dejado ya un elenco importante de jugadores fuera del corte. Tomen buena nota: Tom Kim, Sam Burns, Abraha, Ancer, Thorbjorn Olesen, Sungjae Im, Cameron Young, Rasmus Hojgaard, Seamus Power o Talor Gooch.
El PGA Championship se está convirtiendo en una batalla muy cruenta. O la PGA de América levanta el pie del pedal el fin de semana o, en el mejor de los casos, se contarán con los dedos de una mano los golfistas que acaben bajo par el domingo. Cierto es que justo cuando empezaban a salir los partidos de la tarde ha caído un chaparrón que puede ayudar a templar los greenes y bajar un poco viento. Veremos.
