Minutos antes de conversar con Ten Golf, Jon Rahm ha atendido a los medios de comunicación congregados en Valhalla Golf Club para el PGA Championship. Lo ha hecho antes de lo que estaba previsto inicialmente debido a la breve suspensión de la ronda de prácticas por la tormenta que ha caído sobre Louisville.
Se podrá estar más o menos de acuerdo con las ideas que comulga el de Barrika, pero lo que no se le puede negar es que habitualmente deja titulares y reflexiones más que interesantes. Jon siempre ha sido una persona que ha rehuido el conflicto y más bien se ha dedicado a tender puentes. En los últimos años fue de las pocas personas que públicamente mandaba mensajes de unión con los jugadores que estaban allende los mares del LIV Golf. Los más críticos pensarán que lo hacía con vistas a lo que sucedió después, pero la realidad es que la personalidad de Rahm es de la buscar soluciones y no problemas. Pacífico por naturaleza y con un sentido común fuera de los estándares habituales.
En este sentido, se puede decir que Jon Rahm no ha cambiado. Que haya elegido LIV no significa que abomine ahora del PGA Tour, ni viceversa, como ocurría antes. Una postura ‘oficiosa’ del circuito saudí jamás diría lo que el ganador de dos Majors ha expresado esta tarde y esa es otra de las grandes virtudes de Rahm. Tiene sus ideas y las expresa cuándo y cómo desea. Hoy ha querido dejar claro, una vez más, que el PGA Tour sigue formando parte de su corazón… y su cabeza.
Le han preguntado a Rahm cómo veía, ahora que está en el LIV («en el otro lado», ha dicho el periodista), todas las idas y venidas que están sucediendo en el circuito norteamericano, que si Rory entra o sale de la Junta, que si la renuncia de Jimmy Dunn (vicepresidente) es oportuna, la relación entre Tiger y el norirlandés…. La respuesta de Rahm no tiene desperdicio: «Seguís diciendo «el otro lado, pero yo sigo siendo miembro del PGA Tour, independientemente de que esté suspendido o no. Todavía apoyo al circuito. Creo que es un matiz importante. No siento que esté del otro lado. Simplemente no estoy jugando allí. Eso es al menos como lo veo personalmente».
Efectivamente, Rahm todavía se siente miembro del que fue su circuito, de hecho siempre ha señalado, y lo sigue diciendo, que le gustaría volver a jugar en el PGA Tour. «A pesar de que estoy jugando a tiempo completo en LIV Golf, como he dicho muchas veces, si se me hubiera permitido, yo hubiera jugado algunos eventos a principios de año, y si en el futuro no entraran en conflicto con mi agenda, también los jugaría». Digamos que Jon opta por la filosofía de por qué elegir si se puede tener lo mejor de los dos mundos.
El de Barrika sabe de dónde viene y, a pesar de haber tomado la decisión de abandonarlo, valora todo lo que recibió y el hecho de ser suspendido no cambia su visión: «El PGA TOUR me ha dado muchísimo y me ha brindado la plataforma y la oportunidad de ser quien soy, así que ahora no voy a mirar a otro lado para ir en contra de ellos, no voy a ir en contra del PGA Tour».
Sobre el futuro del golf mundial también se ha expresado y ha repetido lo que ha dicho siempre independientemente del lado en el que se encontrase: «Espero que lleguemos a una resolución y que sea beneficiosa para todos», y ha tendido puentes con Rory McIlroy sobre la posible solución al conflicto: «Rory ha mencionado algunas veces la posibilidad de un tour mundial en la que estén los mejores jugadores del mundo jugando juntos. Yo estoy de acuerdo. Me encantaría poder ver eso. Como he dicho muchas veces, tenemos la oportunidad de poner al golf en un nivel diferente y hacerlo más global que nunca, y yo apoyo totalmente apoyo esa idea». Esa alineación con Rory es un reflejo más del acercamiento que ambos tuvieron en el pasado Masters, cuando se fundieron en un abrazo en el campo de prácticas de Augusta.
Jon Rahm está en Valhalla con la intención clara de levantar el tercer Major de su carrera. Mientras tanto, no se cansará de seguir tendiendo puentes entre los circuitos.
