En los días previos a la disputa de un Grande, el que sea, hay una pregunta que cobra más y más pujanza según van pasando los años: ¿Cuándo volverá Rory McIlroy a ganar uno? La semana del Masters, con más razón todavía, pues es el que le falta para completar el Grand Slam, pero en general, da igual cual toque, siempre andamos con lo mismo: ¿será esta la semana en la que Rory volverá a ganar un Grande?
En esta ocasión, además, nos encontramos en los días previos a un PGA Championship que se disputa en el mismo campo donde Rory ganó por última vez un major, Valhalla Golf Club, allá por agosto de 2014. Así que este cruce de caminos fomenta el interés por la cuestión todavía más, incluso el morbo.
Para colmo, el hecho de que Rory haya ganado ayer el Wells Fargo, todo un Signature Event, y también cantara victoria en su anterior comparecencia en el Zurich Classic, junto a Shane Lowry, multiplica hasta el infinito las expectativas. El norirlandés es consciente y tampoco trata de enfriar el asunto, entre otras cosas porque sabe que de nada serviría. Ayer, en la rueda de prensa que concedía como flamante ganador del Wells Fargo, decía: “Soy mejor jugador ahora que cuando gané hace diez años el PGA en Valhalla. Lo único que ha ocurrido es que no he ganado más Grandes desde entonces, pero ahí están otras victorias y otros logros en este tiempo. He hecho todo lo que tenía que hacer como jugador desde 2014. Lo único que necesito es ganar otro Grande. Y, mira, una victoria como esta en el Wells Fargo en la semana previa al PGA es una buena manera de prepararlo”.
Nos quedamos con una sentencia concreta de sus declaraciones: “He hecho todo lo que tenía que hacer como jugador desde 2014”. Y lo hacemos precisamente porque existe una legítima corriente de opinión que en realidad no lo ve del mismo modo. Sencillamente hay quien piensa que la carrera de Rory no es plena, no es lo que debería ser, o lo que apuntaba, porque lleva casi diez años sin ganar un Grande. Es el peso de la púrpura, el rasero con el que se mide a los más grandes, de acuerdo, pero ¿es justo considerarlo de este modo? Quien más, quien menos, sabe que los éxitos de Rory en estos diez años, desde que ganara aquel PGA en Valhalla en agosto de 2014, han sido múltiples y variados, pero no es lo mismo tener una vaga idea, incluso una idea muy aproximada, que verlo impreso en negro sobre blanco. Haga la prueba, sobre todo si es usted uno de los que entienden que la carrera de Rory anda coja después de más de 16 años de permanente presencia en la primera línea del golf mundial.
Estos son los poderes y los logros fundamentales de Rory McIlroy desde aquel agosto de 2014:
– En este tiempo el norirlandés ha jugado 35 Grandes y ha sumado un total de veinte top ten, más que nadie en el mismo periodo. Obviamente, tenemos a un tipo como Brooks Koepka que desde agosto de 2014 ha ganado cinco Grandes, ha quedado segundo en cuatro ocasiones y 17 veces en el top ten. Y a otros como Jordan Spieth, con tres triunfos; o a Dustih Johnson, Jon Rahm, Justin Thomas, Collin Morikawa y Scottie Scheffler, con dos victorias cada uno. Pero es evidente que Rory no anduvo de brazos cruzados, de fracaso en fracaso, cuando en este tiempo terminaba entre los diez mejores en casi un sesenta por ciento de las ocasiones (20/35).
– En estos casi diez años Rory ha ganado 14 torneos del calendario regular del PGA Tour, entre los que conviene destacar el THE PLAYERS de 2019.
– Ha ganado también desde agosto de 2014 dos campeonatos del mundo (el WGC Cadillac Match Play en 2015y el WGC HSBC en 2019).
– Ha ganado asimismo seis torneos del calendario regular del DP World Tour y un torneo más que pertenece a los dos calendarios, PGA Tour y DP World Tour, el Scottish Open de 2023.
– En total, por tanto, suma 23 victorias en estos casi diez años, una cifra a la que nadie se acerca ni por asomo en el mismo periodo.
– Mucha atención al dato: en estos casi diez años Rory ha ganado el ranking final de los dos circuitos más importantes del mundo en seis ocasiones. Ganó tres veces la Race to Dubai del circuito europeo (2014, 2015 y 2022) y otras tres veces la Fedex Cup del PGA Tour (2016, 2019 y 2022). Como se ve, en 2022 hizo el doblete, título honorífico que muy pocos jugadores poseen. Dicho de otro modo: desde que ganó aquel PGA en agosto de 2014 él solito se ha anotado casi un tercio del total (6/20) de las victorias finales en los dos rankings más importantes del mundo.
– Ni que decir tiene que en este periodo Rory ha disputado todas las ediciones de la Ryder Cup (2014, 2016, 2018, 2021 y 2023).
– Y por si fuera poco, señalemos también que han pasado 507 semanas desde que Rory ganara en Valhalla en 2014 aquel PGA y que en un total de doscientas él ha sido número Uno (82 semanas) o Número 2 del mundo (118 semanas). En realidad, de estas 507 semanas que han pasado Rory ha estado dentro del top ten mundial en 476 de ellas, o lo que es lo mismo, sólo en 31 semanas se salió de dicho top ten. Es más, se puede ir más lejos: en estos casi diez años su peor posición en el ranking mundial ha sido el Número 16… lugar donde permaneció sólo una semana.
Visto lo visto, es probable que todavía haya quien considere que Rory no ha dado la talla, o no la que se esperaba de él. Puede que uno de ellos sea el propio Rory… No sería el primer jugador que dice aquello de “la vida y el golf no se acaban en los Grandes”; sin embargo, él señalaba ayer: “lo único que necesito es ganar otro Grande”.
Tampoco parece, la verdad, que McIlroy vaya de frustrado por la vida y hasta acepta el reto de esta semana con curiosidad y cierta guasa: “Es muy divertido porque cuando gané en Valhalla en 2014 venía de haber ganado en mis dos anteriores comparecencias, que es exactamente la misma situación en la que llego a Valhalla ahora… Así que sólo tengo que intentar replicar lo que hice en 2014, tratar de hacerlo de nuevo”.
