Un día de los que marcan a fuego. Muy desagradable: el batacazo de Miguel Ángel Jiménez (+14 tras firmar un 82) ha sido rotundo…
Pero sobra explicar que el peso del varapalo lo lleva a sus espaldas el gran jugador malagueño, más allá de lo mucho que pueda dolernos a nosotros su resultado.
Si de alguien, en todo caso, puede esperarse una pronta recuperación emocional es de este hombre. Royal Birkdale no pasa ni una. Es muy largo y el viento prolonga aún más algunos hoyos. Te lleva al límite, con la soga al cuello. Cualquier error, el mínimo desenfoque en la concentración te cuesta un bogey en el mejor de los casos. De todas maneras nos gustaría saber cuál era el estado físico de Miguel en esta segunda jornada. Y no, no se trata de buscar excusas. La trayectoria y la temporada de Jiménez no las necesitan.
Sergio García (+5) ha sufrido, pero las posibilidades para el fin de semana están ahí. Cinco golpes de distancia con el líder son todavía franqueables. Y eso que regaló un golpe al final, en el hoyo 18, fallando un putt de menos de medio metro por culpa de un fatal despiste. Tras recoger la bola de la cazoleta con el bogey en la tarjeta, Sergio se daba golpecitos en la cabeza, como preguntándole: "¿ahora, justo al final, en el último golpe de un día durísimo de golf, me vas a fallar? ". Así son las cosas: cuenta lo mismo ese ligero toque erróneo con el putter, que el magnífico segundo golpe desde calle que pegó en el 17 para dejarse una opción lejana de eagle.
El de Borriol no termina de redondear una vuelta al par, pero hay que decir que las sensaciones que desprende su juego siguen siendo muy buenas. Hay que seguir confiando y esperando. Los errores le afectan lo justo y se le ve anclado al campo, a ras de hierba, con oficio. Quien quiera echarlo de ahí tendrá que sudar tinta todavía.
Algo parecido podríamos decir de Pablo Larrazábal (+9), que ha completado una sólida vuelta de golf. Muy estable. Pero los birdies son carísimos: el líder, un Greg Norman (PAR) increible (sería impactante que fuera él quien mejor aprovechara la ausencia de Tiger, a sus 52 años…), sólo ha hecho cinco en 36 hoyos. La palma se la lleva Camilo Villegas, que hoy presentaba sus credenciales con un 65 de otra galaxia después de hacer ocho birdies, cinco de ellos en los últimos ciinco hoyos. Pablo ha sobrevivido a base de sacar pares muy buenos y de tropezar sólo lo justo. Gran torneo el suyo. Veremos si le llega para pasar el corte: en el momento de escribir esta crónica su +9 está cerca de meterse y parece que sí va a entrar, está casi garantiizado…
