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Hoylake, en diez golpes

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1. Hoylake. Qué escenario. Menudo campo. Una de las mejores sedes del British. Tiene magia, con hoyos impagables (3, 7, 12, 13, 14, 17…).

Sí, cierto, se le hicieron pocas, hubo un montón de tarjetas bajas, pero nada se puede hacer contra la Naturaleza en un British. Ha sido una primavera lluviosa y el campo no podía estar tan duro. Los aguaceros del sábado por la tarde-noche hicieron el resto para preparar un domingo de festival.

Aun así, que le pregunten a Kaymer, Tiger, Westwood, Poulter o Bubba Watson, por citar sólo algunos castañazos. Los greenes son una delicia. Qué razón tenía Bobby Jones cuando decía que si fallas un putt en Royal Liverpool es porque lo has tirado mal, no mires al suelo. El British en Hoylake fue una fiesta, un pueblo en ebullición día y noche. Unas doscientas mil personas durante toda la semana. Fiesta del golf. Las ovaciones a Tom Watson, Mickelson, Tiger Woods, Sergio García, Rickie Fowler o Rory McIlroy son de las que no se olvidarán nunca. Chapeau, señores. Larga vida a Royal Liverpool.

La lista de ganadores se engrandece con McIlroy. Repasen con nosotros algunos de los once ganadores anteriores: Tiger Woods, Bobby Jones, Walter Hagen, Peter Thompson, J.H. Taylor, Arnaud Massy… Paremos para coger aliento.

2. De McIlroy está casi todo dicho, pero hay una estadística que ha pasado desapercibida y que conviene recordar. Es el primer europeo en la historia que gana tres majors distintos desde la creación del Masters de Augusta. Repasen la frase que tiene enjundia. ¿Va o no va para leyenda?

3. Rickie Fowler. Repetimos porque merece la pena: quinto en el Masters, segundo en el US Open y segundo en el Open Championship. Estos números son cansinos porque seguro que todos ustedes se los conocen al dedillo, pero conviene repasarlos en voz alta de vez en cuando.

Ahora, vamos con algo que nos gusta especialmente: su manera de patear. Tira los putts de metros y medio y dos metros con la seguridad con la que otros tiran los de dos palmos. Es como un boceto de dibujo técnico, líneas rectas, perfectas, al hoyo y firmes.

Y otro dato de Rickie Fowler, que quizás no conozcan tanto. La élite del golf no sólo está descubriendo torneo a torneo a un fantástico jugador, además pertenece a la estirpe de los gentelman. Dedica el tiempo que haga falta a los aficionados, siempre con una sonrisa, simpático y agradable con los rivales. Su charla con McIlroy en el tee del 1 el domingo, riéndose los dos, sólo impresiona tanto como la media hora que estuvo en el putting green, una hora después de entregada la Jarra de Clarete, firmando autógrafos. No firmando por firmar yéndose hacia el coche y dando los objetos (gorras, libros, programas, banderas…) a su mánager para que los devolviera, no, parado, a pie de green, con una sonrisa y atendiendo uno por uno a todos y cada uno de los seguidores. Sombrerazo, Rickie.

4. Tiger Woods ha firmado su peor actuación en un grande después de pasar el corte y su presencia en la Ryder pende de un hilo. Así, a bote pronto, parece evidente, pero si uno echa un vistazo a la clasificación americana parece muy atrevido pensar que Tiger no estará en Gleneagles. No atraviesa su mejor nivel, pero los que podrían quitarle el sitio, ni tienen demasiado peso, ni están jugando extraordinariamente bien. Es decir, al final, probablemente, entre todos acaben metiendo a Tiger, salvo que él lo consiga con una machada en el Bridgestone y el PGA. La otra opción es que uno o varios estadounidenses se salgan de forma portentosa en la FedEX. Pero ha de ser así, de forma portentosa. A día de hoy los dos jugadores que están justo fuera del equipo son Patrick Reed y Brendon Todd. Son buenos jugadores y están haciendo una buena temporada, pero ninguno ha jugado la Ryder y tampoco están quitando el hipo torneo a torneo. Más miedo debe tener Woods a que espabilen otros como Hunter Mahan, Brandt Snedeker, Webb Simpson o Nick Watney.

5. Miguel Ángel Jiménez falló el corte en Royal Liverpool por un cúmulo de desgracias. ¿O no creen que es una desgracia que el malagueño, que en los últimos diez años habrá tirado, si cabe, un drive fuera de límites, mandara el sábado dos hierros 3 fuera de las estacas blancas en apenas cinco hoyos (3 y 8). En el 3 lo vio claro, pero en el 8 marchaba hacia la bola convencido de que estaba dentro. Se había marchado por medio metro y se tuvo que volver al tee. Hoylake ha sido un accidente para Jiménez, aunque eso sí, un accidente doloroso, porque contaba con este torneo para meterle un mordisco a la Ryder y mandarle de paso un recado a Sam Torrance.

6. Rafa Cabrera Bello no estaba el viernes para muchas bromas en Royal Liverpool. El corte fallado por un golpe con doble bogey en el hoyo 18 cayó como una fría puñalada en el corazón. Sin embargo, el canario ha vuelto a dejar mucho bueno en este British. Su primera jornada fue extraordiaria (70 golpes en las peores condiciones) y también resistió el viernes con un buen juego. Sólo un error de cálculo de un golfista que precisamente es un gran calculador, lo dejó fuera. Rafa ni por asomo estaba pensando en el corte, porque estaba jugando muy bien, porque sentía que podía estar arriba con los mejores y porque sabía que le podía arrancar el eagle al 18. Falló el golpe, como le ocurre a tantos, y se fue a casa. Doloroso. Aún así, nos encanta ese Cabrera ambicioso.

7. Pablo Larrazábal rumió como pudo el corte fallado en Hoylake. No lo esperaba, aunque nunca tuvo opciones de meterse en el fin de semana. No pasa nada. Claramente es un accidente en una gran temporada. Su ambición y pasión, y sus ganas de trabajar por estar con los top-top, le llevarán muy lejos.

8. Gonzalo Fernández Castaño sufrió otro revés, pero se marchó de Royal Liverpool con otra actitud. Dolido, por supuesto, por el corte fallado y por la irregularidad de su swing, pero más tranquilo consigo mismo, con más paz. Lo que tenga que ser será, y si hay que volver al circuito europeo, tampoco es el fin del mundo. Si cuaja ese estado de ánimo, que se preparen por Canadá…

9. De Sergio García está todo dicho, aunque emociona ver al día siguiente en los tabloides británicos, especialmente en el Telegraph, como prácticamente le dan las gracias por la tensión que puso el domingo a una jornada que se esperaba anodina. Espectáculo. Las entradas merecieron mucho la pena.

10. Tom Watson. 68 golpes el domingo. 64 años…