A Jon, Pep, Mario y Scott le han brillado los ojos especialmente estos últimos días. Los cuatro, Rahm, Anglés, Galiano y Fernández, son amateurs y conforman una de las generaciones más prometedoras del golf español. Ninguno de ellos pudo despegarse de la tele un segundo durante el Open Championship. No lo hacen habitualmente, pero esta vez aún menos con la que estaban liando alguno de sus compañeros, rivales y amigos. El Open de St. Andrews que acaba de terminar ha sido también el Open de los amateurs. Una inspiración para los que vienen pegando fuerte desde abajo.
«Yo apostaba por Paul Dunne. Me habría encantado que hubiera ganado. Verlos ahí demuestra que nosotros también podemos estar en la élite», afirma Scott Fernández, granadino que acaba este año en la Universidad de Iowa State y que probará suerte en la Escuela del European Tour. Curiosamente, su universidad se encuentra en el mismo estado donde nació el ganador del Open Championship, Zach Johnson.
Los cuatro españoles protagonistas de esta historia pueden presumir de ser campeones de Europa, un trofeo que conquistaron el año pasado derrotando en la final, precisamente, a la Irlanda de Dunne. Rahm destaca la personalidad del amateur que, por primera vez desde Bobby Jones, ha liderado un Open Championship después de tres jornadas. «Conozco muy bien a Paul. He jugado mucho con él y contra él. Es una gran persona, siempre está feliz y siempre sonriendo. Cada vez que ha jugado conmigo se ha portado exactamente igual de bien tanto cuando ganaba como cuando perdía. Es un gran amigo», señala el Número Uno del mundo.
Pep Anglés también conoce muy bien a Dunne. No en vano, compartió equipo y victoria sobre Estados Unidos, con la presencia también de Rahm, durante la Palmer Cup de Walton Heath 2014. «Es un gran compañero y mejor jugador. No compartí mucho golf con él, pero lo poco que vi me pareció no extremadamente largo, pero muy preciso y, como todo irlandés, tiene un fantástico juego corto. Mentalmente es bastante estable, calmado, no se exalta demasiado, ya sea para bien o para mal», señala. En esto coincide al ciento por ciento Rahm. «No tiene fallos, le pega increíble a la bola y muy recto. Tiene un juego corto impresionante y es sin duda uno de los tres mejores pateadores que he visto en mi vida. Insisto, es un gran jugador, pero es mejor persona aún», asegura.
Galiano se apunta a la teoría de que algún jugador amateur va a hacer algo realmente gordo próximamente en un grande. Teoría, por cierto, que lanzó el pasado sábado Jordan Spieth. «Yo estoy de acuerdo con Dunne, si fuera un torneo amateur no me habría extrañado lo que estaba haciendo, pero lograrlo en un torneo como el Open es tremendo. Paul es un jugado muy sólido, patea muy bien y tiene muy buena actitud en el campo. Jugué con él en el Europeo y no falló ni un golpe. Muy simpático, aunque parezca un poco serio«, explica.
Jordan Niebrugge terminó como mejor amateur, en la sexta posición. Ha firmado el mejor resultado en golpes de un amateur en la historia del Open. Eso ya no se lo quita nadie. Los españoles no conocen muy bien a este norteamericano de Wisconsin, muy cercano a Steve Stricker, pero a Scott Fernández no se le quita de la cabeza un golpe que hizo contra su universidad. «Estábamos jugando en Southern Hills, en el campo del US Open, y metió un putt de casi 30 metros en el histórico hoyo 18 para empatar el partido contra mi Universidad. Nos dejó locos, aunque al final ganamos de una», recuerda.
Los cuatro disputan esta semana el Campeonato de España Absoluto en Laukariz, donde Jon Rahm defiende título. Todos llegan con las pilas cargadas y el chute de adrenalina tras lo visto en el Open.
