Jordan Spieth nunca deja indiferente, tampoco cuando cuenta sus impresiones ante los medios. Realmente es alguien con la cabeza muy bien amueblada. Es impactante su talante y su modo de analizar las cosas.
La primera reacción. «Estoy en shock. Quizá suene a tópico, pero nunca había vivido una cosa igual. Pensé que tenía ganado el US Open al salir del hoyo 16 y, aunque no llegué a pensar que lo había perdido después del 17, sí que pensé que tenía que jugar muy bien el 18 para salir a jugar el lunes el desempate… Después, cuando D. J. pegó el segundo golpe en el 18 pensé que quizá había perdido el torneo. Y luego ese final de shock absoluto… No es fácil hacer dos putts en este campo. Creo que yo he tripateado nueve o diez veces esta semana. Ha sido emocionante ganar aquí con Michael (Greller, su caddie). Este es un sitio especial para él y hemos sido capaces de añadir Chambers Bay a nuestra historia en los ‘majors’. Hoy salí a jugar y pensé que quería ganar por mi padre en el Día del Padre y por Michael».
Acerca de todos los récords que ha batido, grandes logros, y los nombres con los que ya le relaciona la historia del golf. A saber: Spieth es el jugador más joven en ganar el US Open desde Bobby Jones en 1923. Más joven en sumar dos majors desde Gene Sarazen en 1922, el sexto hombre que gana el Masters y el US Open el mismo año tras Craig Wood, Nicklaus, Palmer, Hogan y Woods, y el primero que gana el US Open haciendo birdie en el hoyo 72 desde que lo hiciera Bobby Jones en el 26. «Es increíble ganar un major, sólo se disfruta de un momento así muy pocas veces, así que haber ganado dos en poco tiempo… Estoy intentado asimilar, entender desde que acabó el torneo que todo esto es muy especial. Todo esto es formar parte de la historia y se me pone la carne de gallina. Estos nombres son los más grandes y yo no me considero entre ellos. Aunque, ciertamente, este es un buen modo de comenzar a dejar huella en este deporte. De todo esto que, si tengo que elegir, me quedó con haber sido el primero en ganar haciendo birdie en el hoyo 72 después de Bobby Jones en el 1926. Quizá no sea bueno decirlo porque todos los demás nombres son igual o mejores, pero este es el logro que más me ha impactado, quizá porque de los otros era más consciente, pero de este no sabía nada».
A pesar de su juventud, le piden que dé un consejo a los chavales jóvenes que aspiran a llegar lejos en el golf. Su razonamiento no tiene desperdicio. «Para mí fue muy importante que me gustaran todos los deportes y haber crecido con un grupo de amigos con las mismas aficiones. A lo mejor jugábamos unos hoyos, pero luego íbamos a nadar o a jugar al fútbol. Y luego quizá jugábamos más hoyos… Si tus objetivos tan pronto son ganar ‘majors’, entonces te vas a presionar mucho y vas a presionar a los que te rodean. Yo he pasado grandes momento creciendo con estos amigos en el Brookhaven Country Club, en Dallas. Más allá de ser un golfista, lo importante era disfrutar con tu pandilla de amigos».
Sensaciones y sentimientos en un día muy largo. «He sentido mucha presión, tanta o más que en Augusta. Sabía que podía ser el segundo ‘major’ consecutivo y eso añadía presión. Cuando estaba saliendo del hoyo 15 miré casi accidentalmente el leaderboard y me sorprendió ver que Branden y yo estábamos tan claramente arriba. En ese momento pensaba que Dustin estaba seis o siete menos. No había visto nada pero había oído rugidos y eso es lo que pensaba. Así que en ese momento sentí una poco de presión extra yendo al 16».
¿Con cuál de los dos majors se queda? «Todavía tengo que digerir lo que está pasando, así que de verdad que no puedo responder a esa pregunta porque no tengo ni idea».
Acerca del gran derrotado, Dustin Johnson. «Dustin merecía tanto o más que yo el trofeo esta semana. Lo siento mucho por él. Es un gran campeón. Lo que hizo por ejemplo en el 17, pegar ese gran golpe sabiendo que necesitaba acabar con dos birdies… Está definitivamente probado que él está muy cerca de ganar estos torneos».
Un recuerdo alucinante de Saint Andrews. «Saint Andrews es la casa del golf. He jugado una vez en el old course. Íbamos a jugar la Walker Cup y fuimos allí y a Kingsbarns a jugar. Recuerdo estar en el Royal & Ancients viendo pinturas antiguas de la realeza jugando al golf y yo pensaba: América se descubrió en 1492 y aquí ya estaban jugando al golf. Todo eso me ayudó a darme cuenta de lo especial que es ese sitio».
Acerca de esa fórmula ‘para ganar majors’ de la que habla, cocinada evidentemente junto a su caddie y amigo, Michael Greller. «No puedo daros mi fórmula. No sería correcto (risas). Es sentimiento, una actitud mental, una convicción, una preparación concreta».
Sobre la posibilidad del Grand Slam. «Yo ahora sólo estoy concentrado en la Jarra de Clarete. El Grand Slam es algo muy improbable, algo que no podía imaginar a nadie haciéndolo, considerando además que hemos visto a Tiger ganar su particular Grand Slam cuando ganaba un alto porcentaje de ‘majors’, pero nunca pudo ganar los cuatro el mismo año. Imagino que si alguien podía hacerlo, debería ser él. Todavía puede. Usaremos la fórmula secreta y veremos qué ocurre esas dos semanas que quedan de ‘majors’… La verdad es que se juegan en dos campos de estilo británico y ahora ya he probado que puedo ganar en este tipo de campos. Aunque ahora tendría que hacerlo en el campo con el estilo verdaderamente más británico que hay en el mundo. Estoy emocionado con la posibilidad, porque además no puedo pensar que esta situación se vaya a repetir más veces».
