Inicio The Open Championship The Open Championship 2015 Sergio aprovecha el momento y ahora pide guerra

Sergio aprovecha el momento y ahora pide guerra

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Diez horas y 28 minutos. Es el tiempo exacto que ha tenido que esperar Sergio García (-5) para ejecutar un putt de ocho metros para birdie en el green del 16 del Old course, desde que se suspendiera el juego a las 7,32 de la mañana y hasta la reanudación, a las seis en punto de la tarde. Un margen más que suficiente para estudiar el modo de sacarle todo el rendimiento. ¿O no? La realidad pura y dura es muy distinta: este putt en concreto no habçia modo de ensayarlo en condiciones porque en el momento de la verdad todo depende del viento que sople en ese momento. A las 7,32 de la mañana, de hecho, estaba apuntando un metro a la izquierda para evitar el riesgo de que el viento, incluso, sacase la bola del green; a las seis de la tarde lo tiró muy bien tocado apuntando unos treinta centímetros a la izquierda y, en realidad, en condiciones de calma chicha es un putt que debe tirarse apuntando sólo un palmo a la izquierda…

Lo mejor, no obstante, estaba por llegar, porque Sergio supo aprovechar un lance afortunado para hacerle birdie al 17, tarea siempre complicada en este campo. La salida, aceptable, se le había ido un poco a la izquierda. Nada grave. Pero el segundo tiro, con un hierro 5 en las manos, le salió más fuerte de lo planeado, aunque con muy buena dirección, con la suerte de que la bola pegó en el mástil de la bandera y se quedó a dos metros del hoyo. «He tenido mucha suerte. Pero lo mejor para mí es haber sido capaz después de meter ese putt», señalaba. No sólo ese, puesto que en el 18 enchufaba otro desde una distancia parecida y, de buenas a primeras, se metía en la zona noble de la clasificación, a cinco golpes del líder, Dustin Johnson, y con 36 hoyos por delante.

Había necesitado más de 25 horas (desde las 17,26 del viernes) par completar una ronda accidentada, convulsa por momentos y difícil por el frío (el viernes, poco antes de las diez de la noche, los grajos ya volaban bajo) y el viento del suroeste, muy molesto el viernes, extremadamente fiero este sábado por la mañana (en el 16, por la mañana, había jugado drive y hierro 5 en un hoyo donde él normalmente pegaría un hierro 3 desde el tee y luego un hierro 8) y más llevadero por la tarde.

Ahora el de Borriol pide guerra. No es que saque las pinturas y el hacha, pero tiene ganas de marcha. O cree que le podrían venir bien unos últimos 36 hoyos algo movidos por el viento. «Siempre he pensado que en esas situaciones algo más difíciles me defiendo mejor, sacando partido a mi juego largo. Esos días duros en los que no necesitas un 64 ó 65 para avanzar muchas posiciones y en los que, sin embargo, puedes ganar mucho terreno con un 69 o un 70», explicaba.