Ni siquiera Scott Fernández sabe dónde compró su padre esa cinta de VHS. Sería durante un viaje o quizá en el mismo aeropuerto. Pero su primer contacto con un Open Championship, y casi con el golf, tiene todo que ver con ella. La cinta en cuestión era un resumen de los ‘highlights’ del British de Royal Troon de 1989, el que ganó Mark Calcavecchia, y el granadino, ya desde muy pequeñito, aprendió a ponerla en el aparato para verla tantas veces como le apeteciera…
Precisamente de Royal Troon tenía que ser el vídeo, el lugar donde va a debutar esta semana en un Grande. Y en un British. Se acuerda muy bien de esas cosas que se acuerdan los niños… Por ejemplo, del característico polo que llevaba el norteamericano en la última ronda, rojo, con una banda blanca sobre el pecho y ribetes azules. Pero también de los dos primeros hoyos, seguramente porque son difíciles de olvidar, tan pegaditos a la playa…
Muchos años más tarde, Scott jugaría también en este campo un British Amateur y más recientemente, hace unos días como quien dice, se clasificaba para la 145ª edición del British en Royal Troon, y lo hacía a unas millas de distancia (Gailes Links) y en compañía de Colin Montgomerie, el escocés hijo de Troon, donde creció y se hizo como golfista.
No ha sido sencillo para el andaluz centrarse esta semana en lo que uno tiene que centrarse, pero lo está consiguiendo. Un ejemplo. Este miércoles han salido juntos a jugar Sergio García, Rafa Cabrera Bello y Luke Donald, siendo el inglés uno de los referentes de Scott, algo así como un ídolo, digámoslo así. Le hubiera quedado un hueco para apuntarse en ese partido, pues sólo eran tres, porque además también tenía especial ilusión por coincidir con Sergio (con Rafa sí que ha jugado ya esta semana), pero él ha preferido seguir al pie de la letra su planificación, y ésta pasaba por salir a jugar hoy bien entrada la tarde (el viernes jugará a partir de las 16,16 horas). Aunque, todo hay que decirlo, a veces no ha podido resistirse a la tentación. «iba hacia el campo de prácticas y al pasar por el putting green vi que estaba ahí, solo, Luke Donald. Pues ya me quedo un rato, me dije», reconoce. Y no parece tan mala idea quedarse un rato a solas con Donald en un green…
