Collin Morikawa nunca había jugado el PGA Championship, se plantó en el TPC Harding en 2020 y lo ganó. Tampoco había jugado nunca el Open Championship y, de momento, es líder destacado del torneo con una vuelta de 64 golpes este viernes para un total de -9. En el instante de entregar la tarjeta sacaba tres golpes de ventaja a los segundos clasificados, de los cuales sólo el sudafricano Daniel Van Tonder y el argentino Emiliano Grillo han completado ya 36 hoyos.
Morikawa ha lanzado un misil al Open a hierrazo limpio. Un golpazo tras otro. Un dardo tras otro. No ha estado tantas veces en la calle como demanda el manual del Royal St. George’s, pero a sus hierros, que cuando alcanzan su punto dulce parecen las espadas de Kill Bill, no les ha importado demasiado. Tal ha sido su exhibición que hasta el 64 se antoja algo corto. Se le ha escapado alguna buena oportunidad de birdie como en el 18 y se ha dejado un bogey en el 15 que parecía evitable. Su -9, 131 golpes, es el resultado más bajo de un líder en Royal St. George’s desde 1981. Gana por un golpe a Nick Faldo (1993). Faldo hizo 69 y 63 y no ganó. En St. George’s se han visto tres vueltas de 63: Mark Hayes, Greg Norman y Nick Faldo. Además, Morikawa se ha quedado a un golpe del resultado más bajo en un Open tras 36 hoyos. El récord es 130 golpes: Faldo 1993 y Snedeker 2012.
Sí, aunque no lo crean, es la primera vez en su carrera que juega el Open Championship. Se ve que no ha necesitado periodo de adaptación a los links. Con el Scottish Open de la semana pasada ha tenido suficiente. El Número 4 del mundo pasó el corte en el Renaissance, pero no brilló, hasta pareció andar algo perdido entre las dunas de North Berwick. Cualquiera diría que jugó al despiste para pegar el hachazo esta semana en St. George’s.
Morikawa ha dejado muchas bolas muy cerca. Cierto es que las condiciones de juego no son nada malas, el viento sopla más o menos como ayer, también ha habido momentos de mucha calma y sí, los greenes y las calles se están empezando a poner cada vez más duros, pero no ha sido un problema para los hierros teledigiridos de este joven de 24 años. Es más, tampoco se está dejando sentir demasiado en los resultados. Sí, algo más exigente, pero nada del otro jueves. El corte se asienta en el +1, siempre y cuando no pare el viento, y parece, ahora mismo, que al +2 le va a costar entrar.
Quizá lo que más llama la atención de Morikawa es el nivel altísimo de concentración que gasta en el campo y la naturalidad con la que afronta los desafíos. Bien es cierto que hoy se le notó cierta tensión cuando marchaba desbocado con un parcial de siete bajo par después de 14 hoyos. Era una proyección de 63 golpes, a uno del récord absoluto de 62 en los Grandes, en posesión de Branden Grace, y a dos de una marca nunca vista. A partir de ahí el parcial ha sido de +1. Ha seguido jugando bien, pero en el putter ha perdido fluidez. Lógico. Sea como fuere, Morikawa ha entregado el sexto 64 o mejor de la historia en Royal St. George’s en el Open Championship. El quinto lo hizo Louis Oosthuizen ayer. El séptimo lo ha hecho apenas 15 minutos después de Morikawa el argentino Emiliano Grillo.
Grillo está a tres golpes de Morikawa, empatado con Daniel Van Tonder (-6), otro de los protagonistas de la primera parte del juego en el Open este viernes; también Tony Finau (-4) o el joven amateur alemán, doble campeón de Europa, Matthias Schmid (-1), que ha firmado un tarjetón de 65 golpes. De momento ya se han visto 20 tarjetas bajo par en el día de hoy, veremos cómo anda el número final respecto a las 47 de ayer.
La realidad es que Morikawa se lo ha puesto ya muy complicado a los gallos, sobre todo a los que empezaron ayer con el pie izquierdo. Por poner un ejemplo, Jon Rahm saldrá hoy a diez golpes del liderato, Dustin Johnson lo hará a siete y Brooks Koepka a ocho. Empieza a llevarlos con la soga al cuello.
Por cierto, nadie en la historia ha ganado al primer intento el PGA Championship y el Open Championship…
