Collin Morikawa es el hombre de moda en el mundo del golf. Y bien merecido lo tiene tras su soberbia actuación a lo largo de las cuatro jornadas del Open en un campo, Royal St. George’s, que acabó siendo testigo de excepción de un momento histórico. No sólo porque con apenas 24 años sea el segundo ‘major’ en su palmarés o porque los haya conseguido en apenas ocho participaciones, sino también, como saben, porque el pasado domingo se convertía en el primer jugador en ganar dos Majors como debutante.
Esta precocidad en las grandes citas le pone a la altura de figuras de la talla de Spieth, McIlroy, Woods, Nicklaus o Seve en cuanto que ellos también ganaron dos Majors antes de cumplir los 25 años. Pero, lo más curioso de todo, es que apenas necesitó unos días en los links para realizar varios cambios en su equipamiento que fueron decisivos para ganar el Open. Está claro que este chico lo hace todo rápido y bien.
El jugador californiano tuvo muchos problemas con su juego de hierros la semana previa en el Open de Escocia y decidió cambiar sus TaylorMade P730 por el modelo P7MC de la misma marca. Este cambio solo aplicó a sus hierros 7, 8 y 9 puesto que, según el propio Morikawa, “no conseguía encontrar el centro de la cara del palo y esos tres palos son cruciales”. Supo que tenía que hacer cambios en su bolsa cuando el hierro 8, su palo favorito, no le estaba resultando de ayuda. Y bendito cambio.
Un papel clave en toda esta transición fue el de Adrian Rietveld, Senior Manager de la marca TaylorMade. Antes del Open, y después de algunas conversaciones con Collin mientras observaba su rutina de calentamiento, Rietveld se percató de que el problema podía estar en la transición de su hierro 6 (P7MC) a su hierro 7 (P730) debido a la diferente geometría de la suela de los modelos. El modelo P7MC tiene un borde de ataque más afilado que ayuda a moverse mejor por terrenos más duros y a encontrar la cara del palo con mayor facilidad.
El californiano también añadió un nuevo wedge TaylorMade MG2 Hi-Toe (60 grados) a su bolsa y ajustó el peso de su putter TP Juno. Para mejorar su velocidad en los lentos greenes de Royal St. George’s, Morikawa decidió añadir diez gramos de peso en el putter a la vez que modificaba su grip en función de la longitud del putt al que se enfrentaba.
En los últimos tiempos y ayudado por los consejos de Mark O’Meara, Morikawa usa habitualmente una empuñadura de sierra para el putt, pero en el Open la cambió a un agarre de putt convencional para ayudarle a controlar el ritmo de los putts más allá de los ocho metros. Lo justificó diciendo que con la empuñadura de sierra no era capaz de conseguir el tempo deseado en esos putts largos. Ese cambio le permitió adaptarse mucho mejor a las velocidades de los greenes, algo que no supo dominar la semana anterior en Escocia.
La verdad es que la estrategia no le pudo salir mejor. Morikawa ha demostrado ser un jugador muy detallista y con una capacidad de adaptación brutal. Todas esas modificaciones llevadas a cabo le han permitido hacer historia y codearse con los nombres más ilustres de la historia de este deporte. El futuro pinta muy bien para este joven golfista de apenas 24 años.
Da gusto ver artículos asi de interesantes donde lo más importante es el golf. Contenido bueno y bonito – la doble B