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Le preguntan por su posible retirada y a Tiger Woods le entra la risa…

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Tiger Woods no se va a retirar. Ni siquiera se le ha pasado por la cabeza. Cero opciones. Es más, justo este martes en St Andrews, cuando se le preguntaba al respecto, soltaba con una carcajada que era mezcla de diversión y sorpresa. Paren la maquinaria de rumores. Queda Tiger para rato. Es imposible predecir cuánto ni a qué nivel, pero desde luego él no tiene ninguna intención de colgar los palos ni de despedirse del Open Championship.

«¿Retirada? ¿Cómo? ¿Yo? No, no retirada, no retirada. Como sabéis no voy a jugar un calendario completo, que realmente es lo que me gustaría, pero nada más. A ver, estoy en una situación en la que nadie sabe lo que puede pasar. Puedo pensar que igual es mi último Open Championship en St Andrews a un nivel alto, eso sí. No sé que pasará cuando el Open vuelva aquí en cinco o seis años, no lo sé, no lo sabe nadie, pero nada más», afirmaba Tiger con un gesto de gran sorpresa a la pregunta sobre su posible retirada.

La foto con Jack Nicklaus en el Swilcan bridge, que sirvió para echar gasolina a los rumores, tiene que ver con su amor por la historia del golf, el momento único que se estaba viviendo y sí, también, por la posibilidad de que no vuelva a jugar en St Andrews. Esa opción sí la contempla, pero muy mal tienen que ir las cosas en los próximos meses para no jugar el año que viene en Royal Liverpool, próxima sede del Open. «Bueno, mi cuerpo puede mejorar, pero siendo realistas, no mucho. Ha pasado por muchas cosas y a los 46 años no te curas tan bien como a los 26 años. Es lo hay. Es una suerte, en nuestro deporte, poder jugar hasta los 40 años, especialmente en links como éste, puedes seguir hasta los 50. Vimos a Tom Watson tenerlo en su putter para ganar a finales de sus 50 años», explica. Tiger no puede adelantar el futuro, pero sí tiene claro que en sus sueño se ve levantando de nuevo otra Jarra de Clarete.

Como decimos, estar aquí en St Andrews sí tiene que ver con la rotación del Open. Igual cuando vuelva al Old Course no está para competir por la victoria o ni siquiera jugar. «¿Quién sabe? No sé, si pasa tanto tiempo no sé si seré capaz de competir físicamente a este nivel. También es una de las razones por las que quería jugar en este campeonato. No sé cómo va a ser mi carrera. Como ya he dicho, no voy a volver a jugar un calendario completo. Mi cuerpo no me lo permite. No sé cuántos Open me quedan aquí en St Andrews, pero quería éste. Aquí empezó para mí en el 95 y si termina aquí en el 22, lo hace. Si no lo hace, no lo hace. Si tengo la oportunidad de jugar uno más, sería genial, pero no hay ninguna garantía», sentencia.

Sea como fuere, la realidad es que Tiger no se siente ahora mismo con capacidad de ganar el domingo. Tampoco lo va a descartar, como es lógico, pero no llega en su mejor momento físico y sobre todo anímico. Asegura que está más fuerte, pero le faltan cosas. «El sábado caminé los 18 hoyos con un wedge y un putt, el domingo jugué 18, nueve el lunes y hoy otros nueve hoy y mañana descanso. Practicaré un poco para mantener la sensaciones, pero poco más. Toca guardar energía para el torneo. Lo que más echo de menos de no tener un calendario completo es que yo usaba los torneos para preparar los Grandes, ajustar mi juego, ver qué iba bien y qué no y ahora toca hacerlo en casa. Aún tengo que descubrir el modo de ser más eficiente en eso», asegura.

En cuanto al campo, a cómo se está jugando el Old Course, siempre es interesante escuchar lo que dice Tiger. «Las calles ahora mismo están más rápidas que los greenes. Es curioso, cuando pegas algunos golpes de chip y algunos rodados, son más rápidos al principio y después se van frenando en el green. Hay que acostumbrarse a eso».

Su plan, precisamente, va por ahí. «Estoy tratando de acostumbrarme a la velocidad de las calles y a golpear la bola hacia abajo. También busco dar más amplitud a los golpes, permitiendo que el viento mueva más la bola. El viento se come la pelota aquí. El aire es más pesado y hay que darle más espacio».

Por último, lanzó un bonito halago al diseño. «Es increíble el ingenio que tuvieron entonces para que este campo de golf haya resistido la prueba del tiempo con los mejores jugadores. Hoy en día sigue siendo un reto. Depende del viento y de las mareas, que cambian y te cambia el viento, se te puede hacer muy complicado», explica.

1 COMENTARIO

  1. No entendí lo que dicen de su estado de ánimo; él no dijo nada al respecto y se lo ve feliz. Creo que tiene mucho para ganar y no lo veo jugando diciendo que no se ve capaz.

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