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En un taxi inglés sólo se puede hablar del Open… y de Jon Rahm

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David Durán y Alejandro Rodríguez, enviados especiales de Ten-Golf a la 151ª edición del Open Championship, que se celebra esta semana en Royal Liverpool, han volado esta tarde desde España rumbo a Manchester, donde les esperaba un taxi que les trasladará por carretera hasta la sede de este cuarto y último major de la temporada. Un trayecto que han aprovechado para hablar, por supuesto, del torneazo que se aproxima, y de una interesantísima entrevista de Mercedes-Benz a Jon Rahm de la que destacamos algunas de las frases más interesantes.

Por ejemplo, cuando recuerda sus anterior visita al escenario del torneo: «Hoy he jugado 18 hoyos y jugué un trofeo Brabazon aquí, no recuerdo el año, fue hace 11, 12 ó 13. Es curioso porque muchos nombres de la clasificación de ese torneo se ven hoy en día. Me gustó desde el principio, fue una de mis primeras experiencias en los links. Es algo diferente a lo que jugamos en la rotación del Open. Esos búnkeres de calle penalizan más, igual que lo de green. Hay que pegarle muy bien a la bola, de tee a green hay un poco más de presión. El hoyo 14 por ejemplo tiene un segundo golpe muy difícil, el de salida y el segundo del 12 igual… Me sorprende que se haya jugado tan bajo aquí en el pasado, pero me voy contento porque me gusta mucho el campo».

A Jon le recuerdan que Tiger Woods sólo usó una vez su driver en cuatro días en su victoria en Hoylake en 2006, incluso con vientos bastante favorables: «El campo está firme y seco, puedes salirte con la tuya sin pegar drivers en muchos hoyos. Hoy jugué temprano y estaba más húmedo, hubo hoyos en los que jugué con el driver y no caí en ningún bunker. Le pegaba en los mismos sitios en que él pegó hierros. Entiendo lo que intentaba hacer, que era mantenerse cerca de los búnkeres y jugar palos más largos que le dieran más porcentaje de tiro. Yo no sé aún qué haré. El golf ha evolucionado mucho desde entonces. Cuando Rory ganó en 2014 pegaba muchos drivers. Hoy se está llegando a un punto en que si puedes pegar driver, tienes que hacerlo. No sólo por ti sino porque vendrá alguien detrás que será capaz de hacerlo. Es un juego diferente al de 2006″.

El de Barrika asegura no mirar demasiado las condiciones climatológicas de la semana, pero teme que haya beneficiados ni perjudicados en función del turno de juego: «Es Inglaterra, está al lado del canal… No miro el pronóstico porque cambia muy rápido. Siempre hará viento. Espero una lluvia justa, pero siempre habrá un grupo que se beneficie más que otro. No parece que se vaya a jugar extremadamente rápido o extremadamente firme porque la lluvia y la humedad deberían estar por ahí. Creo que será algo parecido a lo de 2014».

Ganar la Jarra de Clarete, siguiendo los pasos de Seve, es el sueño de Jon para esta semana: «Cada vez que puedes hacer algo por primera vez desde que lo hizo Seve es algo muy grande. Es una locura que Sergio García y Olazábal, como muchos grandes jugadores que tuvieron la oportunidad, no lograran ganarlo, pero no es sencillo. Sería un verdadero honor poder unir mi nombre al de Seve en la lista de campeones del Open. Aparte de eso, el mero hecho de poder llamarte campeón del Open es algo único, especial, para mí es el torneo más prestigioso que tenemos en el golf, no hay nada que se le parezca».

¿Cómo gestiona Rahm la presión de verse señalado como uno de los favoritos a la victoria en Royal Liverpool? «Digan lo que digan, eso no cambia nada. Lo más probable es que vaya a tener expectativas más altas de las que la mayoría de la gente tiene sobre mí en cualquier caso. Por suerte, he estado jugando bien durante los últimos años, he oído eso unas cuantas veces, así que te acostumbras. Independientemente de que la gente piense si vas a ganar o no, yo sigo viniendo aquí a ganar. Obviamente, Rory y Scotty pueden ser más favoritos porque han estado jugando mejor últimamente, pero me alegro de que la gente siga pensando que tengo posibilidades».

La última gran victoria de Jon fue el Masters de Augusta, en marzo. Han pasado más de tres meses, pero el de Barrika sigue teniendo muy presente su triunfo: «A veces todavía me despierto por la mañana y me doy cuenta de que he ganado el Masters este año. Es una locura. Lo único en lo que sigo pensando es en poder unirme a mis otros tres compañeros campeones de los majors. Formar parte de la fraternidad de golfistas es muy especial. Es el único Grande que se juega todos los años en el mismo campo. Es una sensación diferente, porque todos conocemos el campo de golf y para mí es muy especial llegar a la cima. Si hablamos en concreto de la semana, lo que la hace tan especial son las condiciones meteorológicas a las que tuve que enfrentarme y jugar tan bien como lo hice».

También tuvo palabras el español para hablar de la Ryder Cup de septiembre: «Mis pensamientos: Ganar. Expectativas: Ganar. Es todo lo que puedo decir. Es un evento tan divertido. Es tan diferente a lo que hacemos durante el año. Poder representar a nuestro continente, a nuestros países, jugar al golf para el golf europeo… Al fin y al cabo, es una exhibición. Nadie cobra y jugamos por amor al juego y a nuestros países. Es muy divertido formar parte de ello. Tenemos compañeros de equipo que lo celebran entre ellos y estamos deseando que esa copa regrese a suelo europeo».

Jon Rahm, en el Open © Mercedes-Benz
Jon Rahm, en el Open © Mercedes-Benz

Otro español, Carlos Alcaraz, logró ayer una gesta histórica ganando el prestigioso torneo de Wimbledon. Así lo vivió el de Barrika: «No le conozco pero he seguido su carrera. Los últimos años han sido increíbles, ser el tenista número uno más joven del mundo. Esto no es probable con los tres grandes jugadores que teníamos por delante y con la sombra de Rafa (Rafael Nadal) en el tenis español también. Ganar el US Open y ahora Wimbledon y seguir siendo el número uno con Novak jugando al nivel que ha estado jugando. Su primera final en la Pista Central y en Wimbledon y vencer básicamente, y esto es difícil para mí decirlo como fan de Rafa, al mejor jugador de la historia del tenis después de perder el primer set por seis a uno es increíble. La determinación y la fuerza que mostró en todos esos sets, incluso después de perder el cuarto y remontar en el quinto y conseguirlo fue impresionante. Me quito el sombrero, su futuro es muy, muy, muy brillante. Como aficionado al tenis, te preguntas si Rafa está llegando a su fin, si Federer ya terminó, si a Djokovic le quedan unos cuantos años. Alcaraz podría ser el próximo grande, y que alguien como él apareciera e irrumpa en escena de esa manera fue muy, muy especial. Así que me alegro mucho por él y espero que tenga una larga y gran carrera».

Para terminar, aprovechando que se trataba de una entrevista de uno de sus patrocinadores, Jon desveló qué coche conducirá esta semana en el Open: «Esta semana tengo un Mercedes-Benz GLS. No es relajante cuando conduzco por el otro lado de la carretera. Es muy estresante, pero al cabo de unos días te acostumbras. En mi caso, mi coche favorito para conducir sigue estando en casa. Sé que no es la opción más popular, pero sigue siendo el G-Wagon. Es lo que voy a seguir conduciendo hasta que pueda hacerme con el EQG. Sigue siendo un G-Wagon, pero un poco diferente».