
No debería quedar en el olvido la pequeña hazaña de Jorge Campillo en este Open. Después de una primera ronda devastadora de 80 golpes que lo llevaba al puesto 155º de la clasificación, el extremeño reaccionaba y firmaba el mejor registro de la segunda vuelta para meterse justo en el corte, el primero que pasaba en un Grande, y luego mantenía un rendimiento más que notable durante el fin de semana.
No dejan de ser unas cuentas ‘interesadas’, pero también reveladoras: en los últimos 54 hoyos del torneo sólo trece jugadores han conseguido firmar un parcial por debajo del par y Campillo ha sido uno de ellos, pues su registro en las tres últimas vueltas ha sido de -1 (68, 63 y 71). En este tramo del torneo el mejor ha sido el ganador, Xander Schauffele, con un parcial de -7, igualado con Billy Horschel. También Jon Rahm ha sido uno de esos trece, con un parcial de -3.
Incluso podía haber sido mejor el guarismo. Este domingo Jorge ha entregado una tarjeta de 71 golpes, al par del campo, pero sus sensaciones habían sido mucho mejores. “He jugado un gran golf y aunque no lo parezca por el resultado en realidad no debería haber estado tan lejos de hacer otra vez el mejor resultado del día. Lo que pasa es que no estoy metiendo nada en los greenes, pero el juego ha sido muy sólido”, explicaba al terminar. “La pena también fue el sábado, donde no aproveché bien las mejores condiciones de juego que hemos tenido durante la semana”, añadía.
La cuestión es que, respecto a los Grandes, es muy probable que de Troon haya salido un nuevo Campillo, que al fin se ha visto competitivo, con sus más y sus menos, durante buena parte del torneo y después de un varapalo tan brutal como el del jueves. Asimismo, el extremeño considera que el Open debe ser ‘su’ Grande. “Creo que es el que mejor se adapta a mi juego, sinceramente. Además, aunque yo no soy un jugador especialmente corto desde el tee, en este torneo desde luego no suele ser decisivo ser muy largo. Creo que es el único Grande que yo podría ganar”, señala.