Rafa Cabrera Bello no podía evitar la sensación agridulce al acabar la tercera vuelta en el US Open con una tarjeta de 69 golpes y un resultado total de +3. Pocos peros hay que ponerle a una ronda bajo par en un campo como Oakmont, pero el golfista canario está jugando un golf que raya la perfección de tee a green y siente que no le ha sacado todo el jugo posible.
Rafa atiende tras firmar su tarjeta y habla de su juego, de Oakmont, la tensión a la hora de patear y su excelente momento de juego. Un top ten sería un gran objetivo para el domingo.