Hoyo 3 de Pebble Beach. Adri Arnaus y su caddie, Job Sugranyes, estudian el golpe de salida. El palo cada día ha sido la madera 3, perfecto para superar los búnkers y dejarse un tiro corto a green. Este sábado el viento viene de la derecha, ayudando. No lo dudan. Adri coge de nuevo la madera 3 y le pega un zurriagazo de locos. Es lo que tiene ser uno de los pegadores más largos del mundo en la actualidad.
Nada más pegar a la bola, Arnaus y Job saben que ha ido bien, al sitio, pero no se podían imaginar que había sido tan larga. La encuentran a 30 metros de green, 50 del hoyo. Impresionante. Ha hecho 335 yardas, más que muchos con el drive. El segundo golpe es un globo perfecto, a poco más de tres metros de la bandera. Birdie.
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Tres hoyos más tarde llegan al 6, el par 5, uno de los iconos de Pebble Beach. Arnaus va muy sobrado y ni siquiera le entra el drive sin meterse en problemas… Cada día han pegado el hierro 2, pero esta vez el golfista español quiere un poco más. Pregunta a Job si entra la madera 3. La respuesta es sí y conecta otro misil tierra-aire-tierra que ha surcado el cielo de California como una bola de fuego. Espectacular. El viento también ayudada por la derecha. Hace 336 yardas. Pega de segundo medio hierro 7. Otro nivel. Esta vez no hay birdie porque tripatea. Una lástima.
Arnaus ya tenía claro lo más importante antes de pasar el corte
Son dos pequeñas muestras del poderío de Arnaus y su ausencia total de complejos, por mucho que estemos en un US Open o en Pebble Beach. Su arsenal siempre está preparado. Ahí deja su sello.
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La tercera ronda de Arnaus no ha sido mala, pero sí lejos de sus expectativas. El golfista catalán es ambicioso y tiene perfectamente claro cuál es su nivel. Está convencido de que puede hacerle una vuelta baja a este campo y ese será el objetivo de mañana. No en vano, en los tres días acumula ya diez birdies en Pebble Beach, una cifra más que notable. “Hemos cometido algunos errores tontos que nos ha costado algún bogey, pero en líneas generales estamos jugando muy bien”, asegura. Hoy firmó 73 golpes y está con +4, con margen de sobra para crecer mañana en la clasificación.
Rafa Cabrera Bello (+5) tampoco ha tenido la vuelta que esperaba. Ha hecho 74 golpes, con tres birdies y seis bogeys, demasiados errores para lo que suele ser habitual en el golfista canario. Especialmente doloroso ha sido el bogey en el hoyo 9, donde el rough alrededor de green está durísimo. El tercer golpe de Rafa pasaba por debajo de la bola sin moverla. Pebble Beach no está cruel, pero te puede jugar malas pasadas.
