Gary Woodland (-9) se ha sacado de la manga una segunda vuelta formidable (65 golpes) y es el líder destacado del US Open, con dos golpes de ventaja sobre Justin Rose (-7). El de Kansas ha dado hoy un recital con los segundos tiros, igual que lo dio desde el tee el jueves. Y además está pateando con mucho tino.
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La cuestión, yendo al grano, es si Woodland será capaz de una vez por todas de dar el salto. En su contra juega un dato: sólo atesora dos top ten en ‘majors’ en su carrera, una cifra pírrica para un jugador de 35 años que lleva tanto tiempo en la élite y cuyas capacidades siempre apuntaron más alto (también saben a poco sus tres victorias en el PGA Tour). A su favor, sin embargo, juega una puntualización concreta y muy interesante: esos dos top ten los ha conseguido en dos de los tres últimos Grandes, el último precisamente en el PGA de Bethpage, hace unas semanas, donde finalizaba en octava posición. Además, en el PGA de Bellerive, el año pasado, era líder después de vueltas, igual que ahora. Se ve, por tanto, que hay un cambio de tendencia y más confianza en sus propias posibilidades. «He aprendido mucho de estas experiencias. Me he dado cuenta de que no tengo que jugar perfecto para estar arriba y ser competitivo y esto me da mucha confianza», asegura.
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De momento, sin embargo, no queda más remedio que otorgarle el papel de delfín en un mar infestado de tiburones. Los escualos, después de dos jornadas, son abundantes y de tonelaje variado. De hecho, y aunque en un Grande (y en cualquier torneo de golf) siempre se quedan fuera del corte grandes nombres, esta vez no han sido tantos. Y la relación de candidatos es amplia y profunda a falta de 36 hoyos. Comenzando por Rose, claro, y continuando por Louis Oosthuizen (-6), Rory McIlroy (-5), Matt Kuchar (-4), Brooks Koepka (-4), Matt Wallace (-4), Henrik Stenson (-3), Adam Scott (-3), Jon Rahm (-3), Graeme McDowell (-3), Xander Schauffele (-3), Francesco Molinari (-2), Dustin Johnson (-2)… Y hasta Sergio García (-3), aunque él no quiera verse en ninguna de estas listas, y Phil Mickelson (-1) o Jordan Spieth (-1). Siempre a la espera, además, por cortesía y por galones, de lo que Tiger Woods (PAR) sea capaz de hacer en un arrebato.
Sea como sea y en estas circunstancias tan apretadas, el pleno de españoles en el corte de Pebble Beach sabe a gloria. En apenas unas horas ya podremos valorar si el asunto va todavía más en serio.