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Crónica de la tercera jornada del US Open Championship 2023

Todos los caminos en Los Ángeles conducen a Rory McIlroy

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Rory McIlroy - US Open Championship
Rory McIlroy, durante la tercera jornada del US Open Championship. (© Golffile | Pedro Salado)

Disculpen el atrevimiento. Es osado y hasta kamikaze soltar aquí por la patilla el nombre del campeón del US Open a falta de 18 hoyos y con siete golfistas separados apenas por cinco golpes. Vayan por delante las disculpas a Rory McIlroy (-9) por meterle semejante embolado, pero la profesión obliga. Esto es una crónica y se trata de plasmar lo que uno piensa en función de lo que se ha visto. Todos los caminos de la tercera jornada en Los Angeles Country Club conducen a la foto del norirlandés sosteniendo el trofeo en sus manos.

Obviamente, esto no es una ciencia exacta y el margen de error en una predicción de este tipo es enorme. Pero McIlroy ha jugado hoy al golf en modo campeón. No ha necesitado grandes alardes para acabar bajo par (69 golpes). No la ha metido desde la calle, como Scottie Scheffler en el 17, ni ha embocado un putt de casi 25 metros, como Rickie Fowler en el 13 y ni siquiera ha pegado un tiro tan certero como el de Wyndham Clark en el 18. Rory hoy no ha sido Rorylandia y por eso hoy lleva escrita la palabra ganador en la frente.

McIlroy ha desplegado un golf muy consistente. Ha cazado 10 calles y 15 greenes y se ha metido en muy pocos líos. Han sido dos bogeys por un tripateo en el 13 y un golpe pobre en el 4. El otro tiro flojo ha sido en el 7 y lo ha solventado con una gran recuperación. Mágica. Pero sobre todo, más allá de su excepcional golf, que viene de fábrica, lo que engrandece la figura de McIlroy para mañana ha sido se presencia en el campo.

Ha cumplido con el plan, con lo que vio esta misma semana en el vídeo de la última jornada del Open Championship de Royal Liverpool en 2014, el penúltimo Grande que ganó. Ha estado paciente, ordenado, sin forzar la máquina más de lo necesario. Se escuchaban rugidos aquí y allá, todos iban haciendo sus cosas, pero Rory iba en su burbuja, con su idea, no escuchaba nada. Por momentos, ha debido sentir que jugaba solo, que no había nadie más a su alrededor. Eso es, al menos, lo que ha transmitido.

Un Rory en este estado es casi demoledor. Hoy no ha pateado bien, pero ni siquiera ha permitido que eso lo saque de la ruta. En ningún momento se ha acelerado. Ha habido mucho ruido en los últimos cuatro hoyos, pero no iban con él, se ha aislado y ha sacado cuatro pares de manual, sin forzar, sin mirar al trapo, apagando todas y cada una de las luces de Rorylandia. Ya será mañana el día de arriesgar en esos hoyos finales si no queda más remedio. Hoy tocaba darse la oportunidad de ganar y lo ha hecho con maestría.

McIlroy saldrá a un golpe de Rickie Fowler (-10) y Wyndham Clark (-10), tercero en solitario. Jugará el domingo en el penúltimo partido del día, justo a Scottie Scheffler (-7), cuya sombra se ha hecho alargadísima con su final, él sí de fuegos artificiales, con eagle y birdie en el 17 y 18. Qué bárbaro. Sin embargo, es inevitable ponerle un asterisco a Scheffler. Primero por algo tan simple como que iba cuatro menos a falta de dos hoyos, fuera de cualquier ecuación ganadora y que lo que ha hecho no ocurre todos los días. Y segundo porque anda a tortas con su driver, que ha tenido que cambiar en mitad del US Open por problemas en la cabeza, y también ha cambiado de putter esta semana. Demasiadas cosas para que cuadren en una semana. Mucho más en esta semana.

Fowler y Clark han aguantado y lo han hecho fenomenal. Enorme comportamiento de los dos que más presión tenían hoy en Los Angeles Country Club. El juego corto y el putter han salido al rescate de Rickie, aunque hoy ya no ha estado tan acertado y su bogey en el 18 tras fallar un putt de un metro ha hecho daño. Clark ha pegado auténticos tirazos. Es un reloj de tee a green y no duda en ser agresivo. Mola verlo jugar. Su segundo golpe en el 18 es una declaración de intenciones. Sin embargo, es inevitable pensar que la última jornada, saliendo en el último partido, se les puede hacer larga. Ninguno ha ganado aún un Grande. Aunque también es cierto que para todo hay siempre una primera vez. O para casi todo.

Harris English (-6), Dustin Johnson (-5) y Xander Schauffele (-5) son la alternativa a los cuatro primeros, aunque los tres han sufrido hoy. A English se le han hecho eternos los últimos ocho hoyos, DJ está en trámites de divorcio con su putter y Schauffele viene haciendo la goma desde el viernes. Demasiada inconsistencia. Parece muy difícil que el ganador salga de estos siete nombres. Primero porque con -4 está en solitario el japonés Nagano, que no se ha visto en otra igual, y segundo porque la mejor vuelta del día hoy ha sido el 66 de Tom Kim (-3). Nunca se sabe, pero parece difícil que el ganador baje de -9 ó -10 y poniendo ese listón quedan fuera del proyecto todo aquel que esté más allá de -5. Por si acaso, les contamos que con -3 están también Bryson DeChambeau y Cameron Smith.

Y sí, que nos perdone McIlroy por haberle puesto de una manera tan descarada en el centro de la diana.

Resultados en directo del US Open Championship 2023