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Jamás en la historia del US Open se ha vivido una racha con mejores resultados ganadores

Los Angeles Country Club: venganza o confirmación

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El trofeo del US Open en Los Angeles Country Club. (Copyright USGA/J.D. Cuban)
El trofeo del US Open en Los Angeles Country Club. (Copyright USGA/J.D. Cuban)

El recorrido Norte de Los Angeles Country Club será esta semana el escenario de la edición número 123 del US Open Championship. Las imágenes del voraz rough de bermuda, distribuidas por la propia USGA durante los últimos días, han corrido como un reguero de pólvora por las redes sociales. Es la USGA. Es el US Open. La carnicería forma parte de su esencia.

Ahora bien, ¿son esos vídeos un aviso a navegantes? ¿Es quizá el preludio de una semana en la que nadie podrá bajar del par? ¿O es simplemente una maniobra de despiste de una cada vez más edulcorada USGA? Quién sabe. Hasta el jueves será difícil salir de dudas. Lo que está claro es que el North Course de Los Angeles Country Club medirá si la USGA definitivamente ha ablandado su alma o si lo de los últimos años responde más a una casualidad que otra cosa.

Las tres últimas ediciones se han ganado con un resultado de -6 y hace cuatro años se venció con -13. Es decir, cuatro años consecutivos (Woodland en Pebble Beach, DeChambeau en Winged Foot, Rahm en Torrey Pines y Fitzpatrick en The Country Club) donde el resultado campeón fue de -6 o mejor. Jamás en la historia del US Open, y recordamos que se juega la 123 edición este año, ha habido una racha de cuatro ediciones consecutivas con resultados tan buenos. Es más, en las 118 ediciones que se han jugado desde su creación hasta 2022, sólo en once ocasiones se ganó con un resultado mejor que -6.

Así las cosas, hay ganas de comprobar si ha llegado el momento de la venganza o si, por contra, será la semana de la confirmación de que la USGA se ha ablandado. Entre 2005 y 2018, justo antes de esta racha favorable, la mitad de las veces, siete, se ganó el US Open con un resultado de par o sobre par. ¿Se han acabado para siempre las carnicerías? Veremos…

Esta racha buenaza de la USGA hay que ponerla en perspectiva. Viene de 2018, del US Open de Shinnecock Hills. Aquello sí fue salvaje. Ganó Koepka con +1 y llovieron las críticas a la Asociación de Golf de Estados Unidos por lo que se consideró por muchos una preparación exagerada e injusta. Se hizo famosa la imagen de Phil Mickelson pateando en un green con la bola aún en movimiento, prefiriendo la penalización antes de ir esperar a saber dónde iba a terminar esa bola.

La gran contestación que sufrió la USGA aquella semana provocó que se levantara el pie los años siguientes, aunque eso no significa que el US Open sea fácil o un camino de rosas, ni mucho menos. Sigue y seguirá siendo por siempre el major más exigente y complicado de todos, pero sí se ha moderado, al menos hasta ahora. ¿Se habrá vuelto a dejar crecer las garras el monstruo? Seguramente, la firmeza y velocidad de los greenes, unido claro al rough, serán los que dicten sentencia en Los Ángeles.

Por cierto, Los Angeles Country Club es el séptimo campo que debuta en un US Open en los últimos 50 años. Se une a Pinehurst 1999, Bethpage 2002, Atlanta Athletic 1976, Torrey Pines 2008, Erin Hills 2017 y Chambers Bay 2015. De todos ellos, sólo en Erin Hills se ganó con un resultado mejor que -6, pero todos se conquistaron bajo par. Veremos qué nos guarda la USGA esta semana: venganza o confirmación.