Para arrancar la semana del US Open, que comienza este jueves en el North Course del Los Angeles Country Club, uno de los clubes de golf más exclusivos de Estados Unidos, en el corazón de la Costa Oeste, conviene escuchar con atención a uno de los favoritos a la victoria. Y no nos referimos ni a Matt Fitzpatrick, que defiende título, ni a jugadores como Scottie Scheffler, Jon Rahm o Rory McIlroy, que mandan en el ranking mundial de golf.
El estadounidense Xander Schauffele, pese a no haber ganado todavía ningún major, tiene una conexión especial con este torneo, al que llega después de una sensacional racha de cinco Grandes consecutivos finalizando entre los 20 primeros de la clasificación, único jugador en lograrlo (13º y 18º en el PGA Championship, 14º en el US Open, 15º en el The Open y 10º en el Masters de Augusta).
El golfista de San Diego, que juega ‘en casa’, a apenas un par de horas por carretera de su ciudad natal, acumula seis top 15 en sus seis apariciones en el US Open. Las mejores rachas de top 15 consecutivas en el abierto estadounidense son los 12 de Jack Nicklaus y Ben Hogan, los 11 de Bobby Jones y los nueve de Sam Smith, casi nada. Así que conviene escuchar con atención a Schauffele y sus profundas reflexiones sobre todo lo que está ocurriendo en el golf mundial en los últimos días.
En una interesantísima entrevista con el Sunday Times, publicada ayer en Gran Bretaña, Xander cuestiona en voz alta el acuerdo alcanzado por el PGA Tour, el DP World Tour y el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí, dueño de LIV Golf, para crear una nueva sociedad que dirija el golf profesional. «¿Qué significa la lealtad en estos tiempos? No lo sé muy bien», comienza señalando el de San Diego.
«Que se vuelva a invertir dinero en el golf es positivo, pero dejar de lado mis emociones va a ser difícil para mí»
«Desde una perspectiva a largo plazo, que se vuelva a invertir más dinero en el juego es algo positivo. El producto siempre iba a ser mejor con los jugadores (de LIV Golf) que todo sabemos, los ganadores de Grandes, todos juntos. Pero tratar de dejar de lado mis propias emociones y sentimientos sobre este asunto va a ser algo difícil para mí», reconoce Schauffele.
Cuestionado sobre si lo ocurrido puede ser interpretado como una traición, Xander cree que tal vez sí: «Sí, supongo que sería la palabra con más ‘carga’. La ironía también me viene a la mente. Por los mensajes que he recibido, todo el mundo se lo está tomando como algo personal, lo cual es justo, hasta cierto punto. Me quedé mudo, como la mayoría de los chicos, lo que resulta frustrante desde el mundo de vista de la transparencia. Pensé que estábamos progresando en ese aspecto, pero obviamente no», insiste.
«Todo el mundo se lo está tomando como algo personal, lo cual, hasta cierto punto, es justo»
«Como profesionales de la gira, tratamos de racionalizar las situaciones cuando competimos. Pero algunos de los muchachos se sienten exaltados, otros más confundidos, otros con una reacción más emocional.Tenemos un grupo realmente interesante (de jugadores) que están tratando de lidiar con esta situación sobrevenida», explica Schauffele. Eso sí, esta semana en el US Open, donde volverán a verse las caras con los jugadores que se fueron a LIV, Xander cree que se vivirá un «frenesí» y una «gran distracción». El estadounidense tiene claro que si puede tener un «impacto en el juego», lo intentará, pero «ahora más que nunca es momento de bajar la cabeza y jugar bien al golf».
Xander sabe que muchas miradas estarán puestas en él esta semana. Es uno de los grandes jugadores del ranking mundial que aúno ha ganado un Grande. «La etiqueta tiene una connotación negativa a veces, pero hay algunos tipos en ese mismo ‘saco'», señala. «Siento que estoy muy cerca. Pasé un año o dos si ganar ni un solo torneo y me estaba dando cabezazos, pero veo a los chicos a mi alrededor y sé que puedo ganar majors. Puede sonar extraño, pero casi estoy preparado para que llegue mi turno y para aprovechar la oportunidad cuando se presente. Se que las tendré porque mi juego es lo suficientemente bueno y creo que ganaré varios majors», desvela mostrando una gran confianza en su golf.
«Siento que estoy muy cerca, que tendré varias oportunidades y creo que ganaré varios majors»
Por último, Schauffele ser refiere a su amistad con Patrick Cantlay, uno de los jugadores señalados por el famoso problema del juego lento. «Es una conversación mucho más grande que señalar a un solo jugador. Era necesario abordarla, pero no creo que hablemos del juego lento durante algún tiempo. La emoción ‘ha vuelto’ (dice en referencia a LIV), por lo que trabajar para mejorar el juego tendrá que tomarse un tiempo de descanso», finaliza.
