Scottie Scheffler se encuentra en el centro de todas las miradas. Lógico. Cinco victorias esta temporada avalan que sea el gran candidato al US Open 2024 que arranca mañana jueves. Primero Scheffler y luego ya el resto.
Más allá de cábalas y favoritismos, el clamor en torno a la figura del Número Uno del Mundo es unánime. Prensa, aficionados al golf y, sobre todo, sus compañeros de profesión están alucinando con lo que está haciendo Scheffler.
No han sido pocos jugadores los que han expresado públicamente esta semana la admiración que sienten por la racha que encadena el tejano. Porque, cuando se les escucha hablar en primera persona sobre Scheffler, no se percibe resentimiento o envidia ante lo que está haciendo su rival. Lógicamente querrían ser ellos Scottie, pero al oírles encuentras a unos compañeros que caen rendidos ante una racha que ya es estratosférica. Una mezcla de admiración y respeto. Nadie mejor que ellos sabe lo difícil que es jugar al golf, nadie mejor que ellos entiende la hazaña que supone lo que está haciendo. Rory, Hovland, Rahm, Dechambeau y Schauffele son solo algunos de los que se han deshecho en elogios en las últimas horas.
McIlroy ha sido uno de los más certeros a la hora de explicar la personalidad del Número Uno y ha encontrado una palabra que lo define a las mil maravillas: «Es implacable«, y a continuación lo ha explicado a la perfección: «Han pasado muchas cosas en su vida, además acaba de tener un hijo, ha pasado dificultades con el putter que ha sabido solucionar, no es que no haya tenido dificultades es que es implacable». Se han dado muchos elogios al tejano, pero con este Rory, ha dado en el centro de la diana, y entre risas ha añadido: «solo una hora en la cárcel ha sido capaz de apartarle de la victoria. La realidad es que cada vez que juega, es el hombre a batir, y con todo merecimiento. Creo que ha jugado 14 ó 13 veces este año, y solo se ha quedado una vez fuera de los 10 primeros. Parece que siempre está en la pelea por el torneo».
Scheffler cuenta con una cabeza privilegiada y así lo cuentan sus compañeros. Jon Rahm de una manera muy fina y delicada así lo ha dicho: «Lo está haciendo todo bien, pero cuando alguien es tan bueno, llega un punto en el que lo que hay entre las orejas es la mayor baza». Sobran mayores explicaciones. El propio jugador de Barrika pone dimensión a lo que se está viviendo: «Cuando empiezas a ser comparado con Tiger y las cosas que Tiger ha hecho, es cuando sabes que estás en un nivel que es bastante especial».
La palabra elegida por Viktor Hovland es probablemente la que cualquier aficionado al golf expresa ahora mismo cuando piensa en la racha de Scottie: impresionante. «Obviamente, podemos jugar bien y competir contra él cuando jugamos bien, pero él parece tener ese juego impresionante cada semana, está llevando el nivel de consistencia a otra categoría. Es impresionante. Puedes tener una buena racha, pero luego la mayoría de las veces vuelves a una semana normal. Pero su semana promedio es muy, muy buena. Es muy, muy impresionante de ver». Hasta tres veces ha repetido la palabra en tan solo treinta segundos.
Bryson DeChambeau queriendo encontrar la fórmula de la Coca Cola habló directamente con el propio Scheffler para preguntarle la receta de su racha. Sencillo como es, el Número Uno simplemente le contestó: «No lo sé, simplemente juego al golf», y en esa frase tmbien se condensa otro rasgo muy característico del tejano, la sencillez. A lo que DeChambeau ha querido resaltar que su nivel de juego es mayúsculo: «Tiene pleno control de su swing de golf y ha resuelto mucho de sus problemas con el putt. Juega un golf increíblemente estratégico por lo que veo. No se vuelve loco. Simplemente pega los golpes adecuados en el momento adecuado. Esa es la receta del éxito, y ha sido capaz de hacerlo durante más tiempo que nadie».
En lo que todos coinciden es que su nivel es un acicate para todos. Nadie quiere mirarle desde abajo, quieren estar a su altura. El propio Jon destacaba: «Como competidor, obviamente es una motivación añadida ver a alguien hacerlo tan bien, porque eso es a lo que todos aspiramos. Y como aficionado al golf, es absolutamente increíble verlo» a lo que Hovland añade: «Me hace trabajar más duro y me motiva para mejorar y tratar de competir contra él».
Eso sí como reconoce el reciente campeón del PGA Championship, Xander Schauffele: «Creo que con trabajo le puedo alcanzar, pero de alguna manera cada resultado que logra empieza a construir montaña aún más alta y complica que nosotros la podamos subir». Motivación para imitarle, pero empieza a rozar lo inalcanzable.
El propio Scheffler ha reaccionado a los elogios que todos sus compañeros han expresado en los últimos días y más en un deporte tan individualista en el que muchas veces se está buscando el modo de encontrarle las cosquillas al rival: «Es agradable oír todo lo que están diciendo y lo agradezco, escuchar algunos cumplidos de vez en cuando está bien. Estoy agradecido por las amistades que tengo en el Circuito y es una alegría estar aquí y jugando con todos ellos. En estos momentos, siempre me acuerdo del apoyo que me dieron cuando me eligieron para jugar la Ryder Cup de Whistling Straits cuando todavía no había ganado ningún torneo. Estoy muy agradecido». No rehuye los elogios, los acoge y los agradece, todo un Número Uno del Mundo.



