«Los torneos de golf son cuatro días, no tres». Lo dice Jon Rahm (-3) poco después de firmar una tarjeta de 65 golpes en la última jornada del US Open. Vueltón. El sexto mejor resultado de la semana en Los Angeles Country Club. La frase, aunque lo pueda parecer, no encierra una crítica a LIV Golf, simplemente identifica su espíritu de lucha y la fe con la que sale a jugar cada ronda. Los minutos de la basura no existen para el golfista de Barrika. Porque piensa así, vive así.
Por eso, este domingo, viniendo desde ningún sitio en la clasificación ha firmado la mejor vuelta de su carrera en el US Open. No es poca cosa si hablamos de alguien que ha levantado ya este trofeo en una ocasión. Sus 65 golpes de hoy mejoran los dos 67 que tenía ya registrados en Torrey Pines 2021 (en la última ronda cuando ganó el torneo) y en The Country Club 2022 (segunda jornada). Eran su listón hasta hoy. Además, iguala su segunda mejor tarjeta de siempre en los Grandes, sólo por detrás del 64 que firmó en la segunda jornada del The Open Championship 2021 en Royal St. George’s. Sí, señores, ha sido un gran día de golf para Jon y se notaba en su sonrisa de felicidad.
Rahm ha hecho seis birdies y un solitario bogey. Ha empezado con muy buen impulso, con birdies en el 1, en el 3, con un tirazo, y en el 6 con un segundo golpe que ha estado a punto de entrar para eagle. La grada se caía de júbilo. No obstante, seguramente el momento clave de la vuelta, después de un bogey en el 5 donde volvió a fallar la recuperación desde la arena, una de sus cruces esta semana, fue el par que salvó en el 7. Se fue al búnker de la derecha con la bandera corta, un sitio en el que estaba muerto. Su sacada terminó a poco más de seis metros y embocó el putt. Al fin un bonus. Al fin caía algo inesperado a su favor. Ahí pareció quitarse la mochila que le venía lastrando desde el México Open. Es pronto para saber si ya le ha dicho adiós definitivamente, pero al menos es un primer avance.
Salvado el par en el 7, hizo dos birdies muy buenos en el 8 y 9, se le escapó una muy corta en el 10, qué rabia, y firmó otro birdie en el 11. Otro buen putt. El par del 7 lo había desatascado y le daba la razón. «Sé que estoy jugando bien, me queda poquísimo para hacer una gran vuelta y por qué no va a ser mañana», dijo ayer. Pues así ha sido. Su mejor vuelta de siempre en el US Open.
Lo mejor es la buena sensación con la que Jon va a llegar la próxima semana al Travelers Championship, torneo elevado del PGA Tour que se disputa desde el próximo jueves en Cromwell, Connecticut. Cuidado con Rahm en el Travelers. Es el momento de confirmar que el lastre ha desaparecido y que retoma la velocidad de crucero que tenía de enero a abril. Él, desde luego, se va de Los Ángeles con ese sentimiento.
La magnífica vuelta de Rahm le ha permitido acabar en el top 10. Es su tercer puesto entre los diez primeros del US Open en los últimos cinco US Open. Del mismo modo, es el undécimo en los Grandes en 28 intentos. No está nada mal el asunto, bastante más del 30 por ciento.
