Inicio Grandes Circuitos Olympic Club: La Bella es la Bestia
US Open: Ana Peláez y Carlota Ciganda analizan el Olympic Club

Olympic Club: La Bella es la Bestia

Compartir
Ana Peláez, durante la ronda de prácticas en el US Open del Olympic. (Robert Beck/USGA)

Se han celebrado cinco US Open en el Lake Course del Olympic Club de San Francisco. Sólo cuatro jugadores acabaron bajo par: Scott Simpson (-3), Tom Watson (-2), Billy Casper (-2) y Arnold Palmer (-2). Esta es la carta de presentación del escenario que acoge desde este jueves la edición número 76 del US Women’s Open. Nada indica que este primer Grande femenino que se celebra aquí pueda alterar esta historia de sufrimiento y supervivencia. Bienvenidos a la boca del lobo. La Bella es la Bestia.

Las millonarias Aramco Series aterrizan en Sotogrande

El campo es una joya. Las golfistas están encantadas. «Las condiciones son insuperables. Es como un sueño. Hay hoyos que impresionan, como el 18 desde la calle», afirma Ana Peláez, amateur malagueña que esta semana hará su debut en un torneo profesional en Estados Unidos. Y vaya debut. «Es una pasada. Es el nivel más alto de exigencia que yo me he encontrado de largo. No hay un primer corte de rough. Fallas la calle y puedes perder la bola. Los greenes son muy pequeños y aunque estés en el fairway rara vez vas a pegar menos de un hierro 7, yo al menos, hierro 8 como muchísimo. Muy duro», apunta a Ten Golf la golfista de Río Real antes de iniciar su última jornada de prácticas antes de empezar la acción.

La única tregua que la USGA ha dado a las chicas está en el hoyo 1, como si se tratara de un trampantojo. En los US Open masculinos se ha jugado como par 4 y esta semana será par 5. Por eso el Lake Course se jugará como par 71. Ya decimos, es un trampantojo, un espejismo. No se confíen. Carlota Ciganda apunta la clave. «No se llega de dos en ningún par 5», asegura a este medio. No hace falta que le aclaremos que habla una de las pegadoras más largas del mundo. Si la navarra no llega, hay muy poquitas, se cuentan con los dedos de una mano, que puedan hacerlo.

Ana Peláez y María Parra, con las ‘zamarras’ 16 y 17 a la espalda

El Olympic es una obra maestra. No hay agua y sólo un green cuenta con un búnker como amenaza. Tampoco le hace falta mucho más. Se defiende solito con su diseño y con un rough espeluznante. «El rough está más alto y más largo de lo que yo haya visto nunca en un US Open masculino», asegura Brandel Chamblee, analista de la televisión americana. «Es fundamental tener paciencia esta semana. Hay que tener claro que hay bogeys que van a ser muy buenos. El viento es otro factor. Hace frío y es muy denso, por lo que influye mucho a la bola. No es necesario que sople fuerte para que condicione», asegura Carlota.

La lluvia no va a hacer acto de presencia, al menos con lo que indica a día de hoy la previsión, pero sí puede haber niebla por las mañanas, un clásico en esta zona, y se espera viento. Cuidado por jueves y viernes podríamos tener rachas por encima de los 40 kilómetros por hora y eso ya es un asunto muy serio.

La gran revolución latinoamericana vista a través de la historia del ranking mundial

La Bella es la Bestia. Las jugadoras aseguran que es uno de los mejores campos en los que han jugado, pero difícilmente acabará alguna bajo par. Las apuestas están sobre la mesa y de momento gana por goleada el no. Carlota no duda: «cuatro vueltas al par y ganas el torneo». Mientras, Ana es un poco más optimista, pero con cautela. «Sinceramente, veo muy difícil que alguna acabe bajo par. No es imposible, pero no muchas lo van a conseguir. No me atrevería con una cifra ganadora, pero si es bajo par seguro que es por muy poco», asegura con su eterna sonrisa.

Estamos en San Francisco, no demasiado lejos de Hollywood, así que esta semana en el Olympic prepárense porque echan una de terror…