No es habitual ver en el panel de resultados de un torneo del Circuito Europeo un resultado de 89 golpes. Mucho menos en el Volvo Masters, a pesar de que ya sabemos cómo se las gasta Valderrama…
El viernes Ronan Rafferty firmó un 89 y el sábado ni se presentó en el tee del 1. La secuencia en los primeros nueve hoyos del norilandés ayer fue terrible: doble bogey-bogey-triple bogey-bogey-bogey-bogey-birdie-doble bogey y doble bogey. En los segundos nueve mejoró algo la cosa con cinco pares, aunque también tuvo una ración doble de bogeys y doble bogeys.
Este 89 de Rafferty bien podría ser estudiado por algún experto en numerología, pues la cosa tiene mucha guasa. Fue precisamente en el 89, el año en el que Rafferty ganó el Volvo Masters, razón por la uq eestaba invitado para esta edición que conmemora el vigésimo aniversario.
Pero además, el 89 fue el mejor año del golfista norirlandés. Ganó el Orden de Mérito, por delante de Faldo y Olazábal, y ganó también la Ryder Cup defendiendo el pabellón europeo. Fue clave en el triunfo del viejo continente, ya que ganó el punto decisivo al derrotar con un último putt mágico a Mark Calcavecchia.
Rafferty ha sido uno de los jugadores importantes del Circuito Europeo. Tiene siete victorias en su haber, la última en Austria en 1993. Sin embargo, en los últimos cuatro años apenas ha competido por culpa de los problemas físicos. No obstante, decidió aceptar la invitación de Volvo y se trajo a su hijo Jonathan de caddie. Mal campo Valderrama para venir a jugar después de tanto tiempo parado.
Tiene 43 años y está empeñado en demostrar que el golf no se ha acabado. Era admirable verlo, después de tantos años, dando bolas durante más de una hora en el campo de prácticas tras hacer 89. Y todo bajo la atenta mirada de su hijo. La bola no hacía lo que él quería, se le cerraba continuamente.
El sábado no se presentó y adujo un problema en la muñeca izquierda.
Otro ejemplo admirable que nos deja Valderrama es Sandy Lyle. El jugador escocés, a cuatro meses de cumplir los cincuenta y meterse por derecho propio en el Circuito Senior, realizó el sábado un 'vueltón' de 72 golpes, uno por encima del par. Sólo trece jugadores hicieron mejor resultado que él.
