La recuperación de Rory McIlroy es un asunto prácticamente tan secreto y oscuro como el diagnóstico de su lesión. No ha habido ningún comunicado oficial, más allá de lo que el propio Rory colgó en las redes sociales. Tampoco se ha podido hablar con su médico y el entorno más próximo al golfista es casi una tumba. Aún así, rascando por aquí y por allá, les podemos ofrecer unas primeras impresiones de cómo se encuentra el Número Uno del mundo y cuándo podría volver al ruedo.
Los más próximos al norirlandés comentan, fuera de micrófono claro, que su regreso se espera para el mes de septiembre, con lo que se perdería todas las grandes citas que quedan en verano, es decir, el Bridgestone, el PGA Championship y el comienzo de la FedEx Cup (el primer torneo de los playoffs es el The Barclays del 27 al 30 de agosto).
Sí se puede confirmar que McIlroy no pasó por el quirófano tras la lesión y que comenzó con la recuperación a marchas forzadas desde el primer minuto. La intervención quirúrgica está descartada a día de hoy, pero su trabajo de recuperación en su casa de Irlanda del Norte está siendo intenso. Así, aunque de momento es el secreto mejor guardado, lo más razonable, según lo que comenta el entorno más próximo al jugador es que pueda estar de vuelta en septiembre. Esto quiere decir que estaría de baja alrededor de dos meses.
