La familia de la golfista cántabra Celia Barquín, asesinada ayer en Estados Unidos, permanece en contacto con las autoridades españolas en Washington y los investigadores a la espera de conocer más detalles sobre lo ocurrido y los resultados que arroje la autopsia, antes de proceder a la repatriación de su cuerpo.
Su hermano, Andrés Barquín, ha ejercido de portavoz de la familia ante los medios de comunicación para confirmar que siguen «el procedimiento paso a paso». En principio, no está previsto que la familia de Celia se desplace a Estados Unidos, aunque permanece a la espera de lo que le indiquen las autoridades.
Una joven con las ideas muy claras que planeaba jugar en Augusta
«Estamos destrozados, intentando asimilar lo sucedido. Pedimos un poco de intimidad para sobrellevar estos días, que están siendo bastante duros», ha indicado el hermano de la golfista. Andrés confirma que desconocen «bastante» lo sucedido, y lo único que saben es que Celia había ido a entrenar «como muchos otros días y alguien la ha atacado».
Celia nos deja el modelo que hay que seguir
El Ayuntamiento de Reocín, localidad donde reside la familia de la jugadora, ha guardado un minuto de silencio esta misma mañana nada más conocerse la trágica noticia. El mundo del deporte se ha mostrado consternado por lo sucedido, con innumerables mensajes de deportistas, instituciones, políticos y personajes populares en recuerdo de Celia.
La brillante trayectoria de una golfista que iba para estrella
