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Una historia sobre dos lesiones de espalda, dos quirófanos y un mismo entrenador

Lo que une a Tiger Woods con Jamie Lovemark

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Jamie Lovemark pasó por el quirófano en agosto de 2011. Tenía apenas 23 años y su espalda no daba más de sí. Pese a la inevitable incertidumbre de verse sometido a una cirugía, en aquel momento no parecía más que un engorroso paréntesis en una de las carreras más prometedoras del PGA Tour.

Aterrizó en la Primera división tras una sensacional trayectoria amateur (jugó la Walker Cup y la Palmer Cup) y pronto dio que hablar con una segunda posición en el Frys.com Open de 2009, con sólo 21 años. Sin embargo, llegaron los problemas de espalda, el quirófano y una penosa travesía por el desierto. Su swing no era el mismo y se fue hundiendo. No recordaba al jugador que fue, perdió distancia y seguridad en su juego largo y fue desapareciendo…

Todo empezó a cambiar hace dos años. Completó una muy buena campaña en el Web.com, logró la tarjeta del PGA Tour y acaba de completar su mejor año en el circuito americano. Ha terminado en el puesto 49º de la FedEX Cup, con cinco top ten y 19 cortes pasados. La nueva temporada que empezó en octubre tampoco ha ido mal. Ha jugado cinco torneos, con un balance de un top ten, dos top 25 y cuatro cortes superados. Lovemark vuelve a recordar a aquel jugador que irrumpió con fuerza en 2009 en la escena internacional.

¿Qué ha cambiado en este tiempo para que Lovemark haya recuperado su nivel de golf y, sobre todo, para que al fin pueda jugar varias rondas seguidas sin doblarse de dolor? La respuesta es Chris Como. ¿Les suena? Seguro que sí. Es el entrenador que eligió Tiger Woods tras cortar con Sean Foley en 2014.

Lovemark empezó a trabajar con Como en enero de 2014 a través de la mediación de un amigo de la Universidad. Además de ser uno de los entrenadores con mejor reputación en Estados Unidos, Como es uno de los mayores expertos en biomecánica que se dedican a la enseñanza al máximo nivel. Conoce el cuerpo a la perfección y sus reacciones. Enderezó el swing de Lovemark y ha conseguido que sea un jugador consistente, regular y, sobre todo, con confianza.

Tiger Woods comenzó a trabajar con Como a finales de noviembre de 2014. Nunca lo ha reconocido abiertamente, pero todo apunta a que su trabajo con Lovemark tiene mucho que ver en su decisión de contratarlo. Y es que Lovemark sufrió una lesión de espalda muy similar a la que ha tenido a Tiger en el dique seco durante un año y casi cuatro meses.

Hace dos semanas en el Hero World Challenge vimos de nuevo una versión poderosa de Tiger. Cierto es que aún inconsistente, pero con mucha pegada. No en vano, fue el jugador que más birdies hizo durante la semana (24). Ahí no hay trampa ni cartón. Para hacer birdies hay que pegar muy bien a la pelota. Preguntamos a un experto. «No tuve la opción de verlo mucho, pero sí que he tenido la oportunidad de mirar algún golpe y me dio la sensación de que el plano de los hombros está más paralelo al suelo que antes, menos vertical. También me pareció que hacía un gesto como protegiéndose la espalda, no sé si es un gesto inconsciente o trabajado, algo que tampoco me extrañaría teniendo en cuenta la experiencia de Como con Lovemark. Él y Tiger tuvieron una operación muy similar y cuando Chris empezó a trabajar con él lo había perdido todo», asegura el gurú español Jorge Parada.

En líneas generales y sin grandes profundidades, porque no pudo observarlo mucho, Parada asegura que «vi a Tiger moviéndose bien y, desde luego, hizo más birdies de los que yo esperaba». Sin duda, argumentos para la esperanza para todos aquellos que desean ver de nuevo a Woods compitiendo al máximo nivel con los mejores del mundo. Igual, si llega el momento de que esté de nuevo peleando por ganar un grande un domingo tendremos que acordarnos de Chris Como.