Rory McIlroy está meditando hacer una prueba de última hora para saber si puede jugar el PGA Championship. El Número Uno del mundo, según una información de Reuters, tiene planeado realizar una ronda de prácticas en Whistlings Straits antes del último major de la temporada para probar su articulación y decidir si puede ser de la partida o no. La agencia internacional no concreta cuándo se realizaría esta prueba, aunque todo apunta a que podría ser el fin de semana previo al torneo. En cualquier caso, su agencia de comunicación, a través de Terry Prone, ha asegurado a diversos medios británicos que «no hay reservada ninguna ronda de prácticas. Rory sigue con la rehabilitación de su tobillo».
McIlroy se lesionó el pasado 4 de julio jugando al fútbol con amigos. Concretamente, el norirlandés se rompió un ligamento de su tobillo izquierdo, aunque no necesitó pasar por el quirófano. Hoy se cumple un mes desde que cayó en el dique seco.
Rory se ha perdido en este tiempo citas tan importantes como el British Open de St. Andrews o el WGC Bridgestone Invitational, que se disputa esta semana y que tampoco contará con el Número Uno. La realización de la prueba, si finalmente se lleva a cabo, sería sin duda una muestra de que su recuperación marcha por muy buen camino y que si no es en el PGA, al menos sí podríamos verlo tanto en los playoffs de la FedEX Cup como en las Series Finales del European Tour.
