Inicio Noticias Y ahora, ¿quién mantiene el campo de golf de Río de Janeiro?
Las dificultades financieras llegan apenas cuatro meses de los Juegos Olímpicos

Y ahora, ¿quién mantiene el campo de golf de Río de Janeiro?

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Demandas medioambientales, problemas con la burocracia brasileña y dificultades para su financiación retrasaron tres años la construcción del campo de Río de Janeiro en el que el pasado verano el golf regresó a unos Juegos Olímpicos. Ahora, cuatro meses después del evento, las complicaciones para hacer frente a los gastos de mantenimiento del Olympic Golf Course, de Barra da Tijuca, dejan su futuro muy en el aire.

«No será fácil mantenerlo, es un reto. Creo que es una oportunidad única para impulsar el golf en Brasil», reconoce Paulo Pacheco, presidente de la Confederación Brasileña de Golf, en declaraciones a AP. De los apenas 20.000 golfistas que hay en Brasil, sólo 1.500 viven en Río de Janeiro, donde se ubica el campo. Y lógicamente, las dificultades para hacer frente a los casi 100.000 dólares mensuales que cuesta mantener el campo son máximas.

Además, Eduardo Paes, alcalde de Río de Janeiro, ya ha dejado claro que en las arcas del Ayuntamiento no hay recursos disponibles para hacer frente a un gasto de este tipo. La preocupación llega ya a las más altas instancias del golf internacional, que buscan fórmulas para evitar que una de sus grandes apuestas de los últimos años se vea obligada a echar el cierre pocos meses después de los Juegos.