Cuando Darren Clarke anunció su tercera pareja para los foursomes de este viernes y pronunció los nombres de Sergio García y Martin Kaymer es seguro que muchos aficionados rescataron de su memoria, como un resorte, una apoteósica sucesión de imágenes: el alemán embocando el putt decisivo en el 18 de Medinah para cerrar una jornada milagrosa y, acto seguido, lanzándose a los brazos de Sergio. ¿Casualidad? En situaciones de extrema euforia uno puede abrazarse igualmente a un guardia de tráfico que pase por allí, y es cierto que García también fue de los primeros que salió a su encuentro, pero el caso es que Kaymer apuntó hacia el español y se lanzó a sus brazos…
Otras estampas muy conocidas en el circuito europeo: Martin Kaymer pegando bolas junto a los jugadores españoles; Kaymer sentado en el player lounge en la mesa de los españoles; Kaymer cenando con algunos españoles; Kaymer viendo un partido de fútbol con los españoles… Al alemán, no les quepa la menor duda, siempre le ha gustado combinar con lo español. Siente que nuestra forma de ser es un complemento idóneo a su cultura y forma de ver la vida. De hecho, mantiene con varios jugadores españoles una relación de amistad que va mucho más allá del compadreo o la buena relación profesional.
Sus palabras en rueda de prensa, una vez conocido el emparejamiento con Sergio García en los foursomes matutinos de este viernes, son reveladoras: «recuerdo cuando Sergio jugó su primera Ryder Cup y yo estaba viéndolo por la televisión. Y ahora estamos aquí emparejados juntos… Me enorgullece jugar con alguien que sigue mostrando la misma pasión de entonces. Me siento como todos los españoles, porque todos ellos tienen una gran pasión por la Ryder Cup. Estoy seguro de que vamos a poner todo lo que tenemos en nuestro partido. Lucharemos tal y como todos sabemos que hacen los españoles. Y también los alemanes. Así que yo creo que es una gran combinación». Toda una señora arenga la del teutón, capaz de poner los pelos de punta al último de los aficionados al golf en España…
Cuando se le preguntaba por la talla de sus oponentes (Zach Johnson y Jimmy Walker), finalizaba Kaymer su emocionante exposición con un apunte interesante, convencido quizá de que junto a Sergio será más fácil: «poco importa quiénes sean los rivales. Necesitamos salir a hacer nuestro juego, concentrarnos en lo nuestro y ser valientes. Si algo aprendí de mi primera Ryder Cup en 2010 es que yo no fui suficientemente valiente. Creo que para ganar en match play tienes que ir a por ello con determinación y si fallas un golpe, no pasa nada, así que al final poco importa quiénes sean tus rivales».
