¿Qué puede verse, intuirse y analizarse acerca de los emparejamientos de los foursomes matutinos del viernes, los que abren el fuego en la 41ª edición de la Ryder en Hazeltine?
– Lo primero. Es probable que la estúpida e inoportuna columna de Peter Willett, el hermano de Danny, haya modificado los planes de Darren Clarke. El propio Danny Willett reconocía que le había afectado mucho. Que mientras estuvo en el campo cuando se enteró de lo que había ocurrido sólo estaba pensando en terminar para aclarar el malentendido y, se supone, abroncar a su hermanito. ¿Ustedes también piensan que el puesto de Pieters junto a Westwood era en realidad para Willett? Si era así Darren Clarke no lo iba a confirmar, como también parece lógico. Muy al contrario, señalaba que el emparejamiento Westwood-Pieters formaba parte de su plan A y que por otro lado veía muy bien a Willett, insinuando que el inglés podría incluso terminar jugando cuatro puntos, o lo que es lo mismo, jugarlo todo después de los primeros foursomes. Veremos.
– El primer duelo no sorprendió a nadie (Rose y Stenson ante Reed y Spieth), pero no por ello deja de ser uno de los más excitantes que a día de hoy puede disfrutarse en el planeta golf. Los cuatro saben que se están jugando algo más que un punto. Digamos que ahora mismo son algo así como los porteadores de la bandera…
– El segundo partido (McIlroy y Sullivan ante Mickelson y Fowler) transmite una sensación de… frescura e incertidumbre. Cuatro tipos agresivos. Cuatro chicos con el trapo entre ceja y ceja. Aparentemente, y aunque sumen mucha más experiencia, plantea ahora mismo más incógnitas el rendimiento de los dos estadounidenses, más que nada atendiendo a sus recientes estados de forma.
– Hasta el último minuto sospechamos que Clarke también alinearía juntos a Rory y Sergio, igual que McGinley hace dos años. Pero su elección final de emparejar al español junto a Kaymer nos gusta y, con el manual de la lógica en la mano, también tiene su sentido distribuir de este modo las fuerzas. Kaymer y Sergio quizá sean más complementarios. Al alemán nunca le veremos perder los papeles, pero junto a Sergio seguro que detectamos en él un punto más de pasión, tan necesaria en momentos concretos.
– El último duelo presenta en ambas parejas perfiles similares: dos miuras (Johnson y Pieters) y su correspondiente contrapeso (Westwood y Kuchar) en modo tiralíneas. El belga está llamado a ser un habitual top-20 del mundo y da la sensación de que el futuro de este partido está en sus manos, en lo inspirado y lúcido que ande en su debut. En eso y por supuesto en cómo se despeje la incógnita planteada por Dustin por su mal final del pasado fin de semana en Atlanta.
