La historia de la Ryder Cup ha corrido paralela a la de Arnold Palmer. De hecho, la 41ª edición que arranca este viernes será la tercera edición de la Ryder Cup que se juegue sin Arnold Palmer. En las dos primeras, el Rey no había nacido: Palmer nació en septiembre de 1929, cinco meses después de la disputa de la segunda Ryder Cup.
Vidas casi paralelas, como se ve, aunque sus líneas se estrecharon hasta formar solo una durante doce años, de 1961 a 1973. Fue el tiempo en el que Palmer jugó seis Ryder Cup (una de ellas como capitán-jugador, la de 1963) y fue capitán en una más, esta vez sin jugar (1973). Y como siempre, El Rey dejó su huella…
Arnold Palmer disputó un total de 32 partidos de Ryder, con una impresionante cosecha de 22 victorias, ocho derrotas y dos empates, para un total de 23 puntos. O lo que es lo mismo, ganó el 71 por ciento de los puntos que disputó, un registro sólo al alcance de los elegidos, incluso en aquella época, cuando los Estados Unidos ganaban una y otra vez: Palmer ganó las seis ediciones que disputó como jugador y también la que afrontó como capitán.
Como quiera que en los años sesenta se disputaban dos sesiones de individuales (mañana y tarde), y a Palmer sólo una vez lo dejaron en el banquillo, resulta que ningún estadounidense ha disputado más individuales que Palmer (11), aunque Phil Mickelson le igualará este domingo en Hazeltine. Ningún norteamericano ha ganado más puntos que El Rey en individuales (7) ni tampoco en foursome (9).
Palmer, además, se manifestó en repetidas ocasiones como un gran apasionado de la Ryder Cup. El argumento que más utilizaba para describir dicha pasión tenía mucho que ver con la inigualable sensación de formar parte de un equipo cada dos años que compite por el honor, sin dinero sobre la mesa.
