La 43ª edición de la Ryder Cup se le ha puesto muy cuesta arriba al equipo europeo tras la primera jornada de competición (6-2). El equipo capitaneado por Padraig Harrington apenas ha conseguido sumar dos puntos de ocho en las primeras sesiones de foursomes y fourballs y tendrá que reaccionar cuanto antes si quiere llegar a la jornada dominical de partidos individuales con opciones de retener el título, opciones razonables, claro, más allá de las matemáticas puras y duras.
Empezando por los partidos de golpes alternos de la mañana del sábado, en los que Jon Rahm y Sergio García volverán a formar pareja. Harrington les entrega la corneta a los españoles para iniciar la operación remontada. El ataque debe comenzar al grito de «vamos». De nuevo, saldrán en el primer partido, a partir de las 14.05, hora peninsular española. Eso sí, en esta ocasión se verán las caras con Brooks Koepka y Daniel Berger. Parece claro que Justin Thomas y Jordan Spieth han preferido ‘huir’ de los españoles, puesto que era obvio que saldrían en el primer partido y ellos han sido colocados en el tercero.
Rahm y Sergio fueron los únicos europeos capaces de sumar el viernes en esta modalidad de juego y Harrington les vuelve a dar la oportunidad de jugar juntos. Europa necesita puntos y el Número 1 del mundo, junto al ganador de un Masters y jugador con más puntos en la historia de la Ryder, son lo más parecido a un seguro de vida.
En el segundo partido se enfrentarán Dustin Johnson y Collin Morikawa contra Paul Casey y Tyrrell Hatton. Aquí Harrington mantiene la confianza en Casey, que jugará su tercer punto de tres pese a sus malas sensaciones en los greenes, y apuesta por Hatton, autor de un putt clave de birdie en el 18 de los fourballs junto a Jon Rahm.
En el tercer partido, Bernd Wiesberger y Viktor Hovland se verán las caras contra los citados Spieth y Thomas. Decisión rara de Harrington. Dos novatos juntos que tampoco es que hayan estado especialmente bien este viernes.
En el cuarto y definitivo duelo de la mañana, Schauffele y Cantlay se verán las caras con Lee Westwood y Matt Fitzpatrick. Repite la pareja que no funcionó el viernes. Harrington vuelve a confiar en ellos.
El planteamiento de Harrington deja dudas. A Europa no le quedaba otra que salir a por todas y sorprende que se hayan quedado en el banquillo jugadores como Poulter o Fleetwood, especialmente este segundo, que aún no ha perdido un partido por parejas en la Ryder Cup. La ‘sentada’ de McIlroy se puede entender más, pero tampoco cuadra que no le vuelva a dar la oportunidad a Shane Lowry. Obviamente, este plan responde a salir con todo en el último fourball para tratar de crear un gran momento antes de los individuales. De otra manera no se entiende demasiado bien.
