Después de ganarlo todo o casi todo, de ser el tercer jugador que más semanas ha ocupado el Número 1 del Ranking Mundial en toda la historia (con 135, sólo superado por las 683 de Tiger Woods y las 331 de Greg Norman) y de cumplir el sueño de vestirse con la famosa Chaqueta Verde del Augusta National hace poco más de un año, a Dustin Johnson, jugador individualista donde los haya, sólo le faltaba batir récords en un torneo por equipos. Y no en uno cualquiera sino en el más importante de todos: la Ryder Cup.
El golfista de Carolina del Sur, de 37 años de edad, no estaba atravesando su mejor nivel de juego cuando aterrizó a principios de semana en Whistling Straits. Pero se marcha de Wisconsin con la segunda Ryder Cup de su palmarés (formó parte del equipo que ganó la de 2016 y de los que perdieron las ediciones de 2010, 2012 y 2018) y con el honor de haber accedido a uno de los clubes más exclusivos de la historia del torneo.
Steve Stricker, capitán del equipo estadounidense, otorgó total confianza en DJ desde la primera jornada de competición dándole la oportunidad de participar en las dos sesiones de foursomes (las dos con Morikawa) y en las dos sesiones de fourballs (una con Schauffele y otra con Morikawa). Y en los cuatro partidos por parejas contribuyó a que su equipo hiciera pleno de victorias. Una serie que ha completado este domingo ganando por uno arriba a Paul Casey su partido individual.
Así, Dustin Johnson se convierte en el quinto jugador de la historia en sumar cinco puntos para su equipo en una misma edición de la Ryder Cup. Antes que él lo habían logrado tres estadounidenses, Gardner Dickinson (1967), Arnold Palmer (1967) y Larry Nelson (1979), y un solo europeo, Francesco Molinari (2018). Un registro más a añadir a un palmarés en el que lucen 24 victorias en el PGA Tour y nueve en el European Tour, con dos majors.
El poderío de Dustin Johnson en esta Ryder Cup, de la que sale reforzadísimo, le convierte por tanto en el primer estadounidense que hace pleno de puntos en el evento dede hace más de 40 años. Y no de cualquier manera, porque DJ normalmente hace las cosas a lo grande: para ganar hoy a un correoso Paul Casey ha tenido que firmar nada menos que ocho birdies en su ronda. Una auténtica barbaridad en un campo como Whistling Straits, en el que las trampas acechan a la vuelta de la esquina.
El jugador frío, calculador, metódico, individualista y ganador en el que se ha ido convirtiendo Dustin Johnson a lo largo de los años añade un nuevo registro como líder indiscutible del equipo estadounidense. Sin las lágrimas que no pudo contener en su día cuando posó con el trofeo que le acreditaba como ganador del Masters de Augusta, pero con el reconocimiento general de que estamos, sin duda, ante una auténtica leyenda del golf al que todavía quedan muchas páginas de gloria por escribir. Por lo pronto, ya ha conseguido algo que no siquiera Tiger Woods pudo hacer en la Ryder Cup.
