Jon Rahm pega la última bola antes del inicio de la Ryder Cup. Es un driver en la cancha de prácticas. Se quita el guante, anda tranquilo, seguro y con una sonrisa en la boca. Atiende a Ten Golf.
Las vibraciones son positivas, tanto en lo personal como con el equipo, aunque el de Barrika tiene muy claro que sirven de muy poco. El campo es el que pondrá a cada uno en su sitio del viernes al domingo. «Lo único que puedo decir es que estamos cómodos, con ganas y con energía positiva».
Aquí tienen sus últimas declaraciones antes del comienzo de la Ryder Cup: