Ha sido algo así como una recompensa final a una semana algo más que movida. Álvaro Quirós (-8) ha entregado un 68, su mejor tarjeta del torneo, embocando un putt de doce metros para eagle en el 18.
Después de tantas idas y venidas, ambulancias, hospitales, consultas y noches en duermevela, al fin se paraba el tiempo en el green del último hoyo, después de pegar un mega drive y un hierro 3 desde la calle. El putt tenía de todo (cuesta abajo, caída…), pero la bola fue como teledirigida y el de Guadiaro, además de ganar un buen puñado de plazas en la clasificación, empataba un duelo match play a cara de perro que venía disputando con su compañero de partido, el argentino Ricardo González.
El desbarajuste aún no está arreglado, porque esta noche le toca volar a Madrid y enlazar un AVE a Sevilla para ser intervenido por el doctor Cariñanos (el domingo, sobre las tres de la tarde). El plan no ha cambiado y Quirós espera jugar en Dubai la semana próxima. Volaría el martes rumbo al emirato y el circuito europeo le ha dado permiso para faltar al Pro-Am del miércoles, por lo que podrá entrenar con tranquilidad en el Emirates Golf Club de Dubai y en todo caso andar el campo.
Una semana bien luchada. Eso es lo que se lleva el jugador español de Qatar en lo deportivo. Y seguramente no es poca cosa. Todo lo que signifique curtirse puede dar réditos más adelante.
