Hay un buen amigo de Ten Golf, apasionado del deporte en general y loco de la geografía en particular, al que le chiflan las clasificaciones del DP World Tour. A Lucas, que así se llama el hombre, le encanta que al lado de cada jugador aparezca la bandera del país al que representa. Por eso, cuando comenta alguna circunstancia de algún torneo se refiere a él de una manera muy peculiar: «¿Has visto lo que ha pasado hoy en los dos últimos hoyos de banderitas?». Da igual el torneo, el patrocinador o el país en cuestión, todos son banderitas por esa manera de presentar la clasificación.
Si entre todos ustedes, estimados lectores, hay algún aficionado al mundo banderitas, como nuestro buen amigo Lucas, seguro que han reparado que esta semana en la Final de la Escuela del DP World Tour en Inifnitum Golf hay dos enseñas que, cuanto menos, son curiosas. La primera es de Albania. La segunda es de Armenia. Tanto monta, monta tanto. Ambas esconden una historia curiosa detrás.
La de Albania pertenece a Ilirian Zalli, jugador de 22 años que hoy ha entregado la segunda mejor tarjeta del día (63 golpes en el Lakes) jugando con el donostiarra Joseba Torres y, claro, José María Olazábal, su caddie esta semana. «En realidad nací y vivo en Canadá. Mis padres son inmigrantes albaneses. Desde que estaba en edad junior quise representar a Albania y lo he mantenido como profesional. Siempre he pensado que sería algo muy especial. Me gustaría que mucha gente pudiera conocer Albania a través de mí. Es un privilegio poder enseñar mi país de origen, tan pequeño, en los grandes escenarios. Me hace mucha ilusión y es un orgullo tremendo representar a mi gente. En el DP World Tour hay muchos países diferentes y es una satisfacción muy grande que también esté Albania», explica a Ten Golf.
Zalli ha completado hoy una ronda de golf espectacular. En un día difícil, ventoso, ha hecho ocho bajo par. Se ha metido duodécimo con -9. No lo va a olvidar nunca, pero sobre todo porque ha sido delante de José María Olazábal. «Ha sido una vuelta interesante. La he afrontado como un moving day, sabía que tenía que hacer pocas y tanto mi padre como yo estábamos emocionados de jugar con Olazábal», señala.
El clímax de su jornada ha llegado en el hoyo 4, par 3. Tenía 191 yardas a la bandera y ha pegado el hierro 6. «Yo pego a la bola muy alta y no hemos visto bien desde dónde estábamos lo que había hecho. Me había parecido que había picado muy cerca, pero nada más. Entonces, Olazábal se ha puesto a gritarme: «¡Ilirian, que está dentro, que ha entrado!» Y yo le decía, bueno, vamos a ver, vamos a espera que no es seguro, y él me insistía, que sí, que sí, que ha entrado… A falta de 15 metros para llegar a green ya hemos comprobado que no estaba la bola y que había entrado. Ha sido algo muy especial poder vivir algo así, un hoyo en uno, con alguien como Olazábal».
Zalli, que se hizo profesional con 18 años y estudia Comunicación, reconoce que no ha tenido ocasión de hablar mucho con José Mari durante la ronda porque cada uno estaba concentrado en lo suyo. Aún así, y pese a ser la primera vez que coincide con él, se ha hecho un retrato robot perfecto del campeón guipuzcoano. «Viéndole como caddie, se percibe rápido lo competitivo que es y lo orgulloso que está de acompañar a su sobrino. Se puede entender lo bueno que fue como jugador por lo concentrado que va, la intensidad que pone a cada golpe aunque no lo pegue él y la extraordinaria atención a los detalles más pequeños. Viéndole de cerca es fácil explicarse por qué ha logrado tantos éxitos en su carrera. Soy joven y valor mucho poder compartir cinco horas de mi vida con alguien así».
La de Armenia está representada por Jean Bekirian (-5). Hoy ha hecho 74 golpes en el Hills y sabe que mañana tendrá que apretar para pasar el corte y acercarse a los veinte primeros. A él, también de 22 años, no le vale otra cosa que acabar entre los 20 mejores, ya que tiene asegurada la tarjeta del Challenge Tour a través del ranking del Pro Golf Tour, circuito satélite alemán donde ha terminado en la cuarta posición este año con una victoria y siete top 5 más. «Tengo esa tranquilidad sobre el resto. Mi objetivo de este año ya que está cumplido, si logro la tarjeta del DP World Tour sería un maravilloso añadido», explica a Ten Golf.
El acento delata a Bekirian. Y la ropa de Lacoste, claro. Además de armenio, es francés. Nació en Marsella, aunque su historia no es menos curiosa que la de Zalli. «Mis padres son también franceses, pero mis ancestros son armenios. Mi bisabuelo vivía en Constantinopla (hoy Estambul) durante el Imperio Otomano. Hace más de cien años tuvo que huir de allí por el genocidio turco y como tantos otros armenios recaló en Marsella. Trabajaba en una tienda de violines», recuerda.
La primera razón por la que Jean ha decidido competir bajo la bandera armenia es como homenaje a sus ancestros, pero no es la única. «Durante toda mi etapa infantil y juvenil nunca fui seleccionado para jugar por la Federación Francesa… y yo era tan francés y europeo como los demás…», recuerda lamentándose.
Ambos sueñan con llevar la bandera de Albania y Armenia lo más lejos posible en golf. «Sé que antes o después llegaré al DP World Tour, pero cuando practico no lo hago para jugar torneos pequeños, sino porque me imagino en un futuro compitiendo en Augusta y cosas así», afirma Zalli.
El maravilloso mundo de banderitas.
Resultados en directo de la Final de la Escuela del DP World Tour



