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Un duelo a cara de perro en perfecta armonía

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García y McIlroy, encantados de luchar hoy a brazo partido contra un amigo por la victoria. El español se inspira en la calma de Stricker y destaca a Adam Scott como gran ‘encajador’…

Sergio García y Rory McIlroy van a protagonizar hoy un duelo de altos vuelos en busca de su primera victoria en un World Golf Championship, sin olvidar a algunos invitados de excepción que puedan irse sumando a la lucha.

Ambos, español y norirlandés, mantienen una buena relación. Ambos, de hecho, compartieron ayer buena parte del tiempo que el juego estuvo parado por tormenta eléctrica. McIlroy, que llegó a verse apurado en el pasado British ante el arreón dominical de Sergio, apunta la clave del buen momento del español:

«Él está en un buen momento de su vida y yo me siento feliz por ello. Sabemos lo emocional que es Sergio, así que su momento personal le ayuda en el campo de golf y está jugando muy bien. Es muy bueno para el golf verlo así y ojalá pueda continuar de este modo».

Y Sergio no le quitaba la razón: «Somos amigos y sabemos el uno del otro. Creo que ambos estamos en buen momento y felices. Él es un gran jugador y será fantástico jugar juntos el domingo, siempre lo es ir con alguien con quien disfrutas».

En fin, que los prolegómenos no pueden ser menos inquietantes. Después, claro, tocará luchar a muerte por batir al amigo. » Tenemos por delante un día duro de trabajo y ya veremos qué somos capaces de hacer. Seguro que ambos vamos a jugar duro y será interesante ver si soy capaz de hacer lo mismo que él hizo ante mi hace un par de semanas», explica Sergio.

Al respecto, no hay duda: McIlroy planteará una dura batalla: «será magnífico salir juntos a jugar. Intentaré ponerle un poco de presión cuando pueda. Lo único que estoy deseando el volverme a dar otra oportunidad de ganar tan pronto, después del triunfo en Hoylake», explicaba el de Holywood.

Para Sergio será fundamental mantener sus buenas sensaciones en los greenes. «Fue impresionante ver cómo pateaba», señalaba Phil Mickelson, testigo de excepción del 61 del español el viernes. «Sergio siempre ha sido un gran jugador con el driver y los hierros y ahora además ha vuelto a encontrarse a sí mismo con el putt después de sufrir algún tiempo. Él es ahora realmente un gran pateador», sentenciaba el zurdo norteamericano.

En cuanto a Rory, la base de su juego (a Sergio le pasa algo parecido, por cierto) está en la confianza que él tenga con el driver en las manos. A partir de ahí lo construye todo. «Nunca había pegado tan bien al drive como ahora y estoy encantado. Me siento muy cómodo con este palo en las manos, que por otro lado es la base de todo mi juego», sentenciaba el norirlandés.

García va a necesitar la calma de Steve Stricker en el campo y la entereza de Adam Scott para digerir los malos momentos. No son nombres traídos al azar. Ayer le preguntaban al español en qué jugadores se fijaba y contestó que le encantaba la serenidad de Stricker: «siempre he admirado la manera como juega Stricker. Siempre tan sosegado y tranquilo. Yo diría que soy más inquieto que él, así que Steve es uno de los compañeros en los que siempre me he fijado».

En el ‘nuevo’ Sergio también quedó grabado un momento muy concreto de la carrera de Adam Scott: «la manera con la que afrontó su derrota en el British Open (Royal Lytham 2012) fue de una clase superior», apuntaba el de Borriol. Cualquier detalle, ingrediente, puede servir para ‘cocinar’ al mejor García, uno que se encuentra a las puertas de su primer WGC, aunque tenga por delante lo más duro de la tarea: el remate. A partir de las 20,05, la solución.