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Declaraciones de Carlota Ciganda después del Chevron Championship 2023

«Me falta sentirme más cómoda en los momentos claves»

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Tan cerca y a la vez tan lejos. Esta es la sensación que le queda a Carlota Ciganda (-5) después de la última ronda del Chevron Championship. Ha completado una muy buena semana de golf, ha terminado en el puesto duodécimo, ha jugado los cuatro días al par o bajo par y hasta se ha dado una oportunidad real de ganar el domingo. Sin embargo, cada vez que realmente se ha metido en la pelea, han llegado los tropiezos. Ha ocurrido dos veces.

Carlota arrancó bien la última jornada, con un gran birdie en el hoyo 1. Después, cometía bogey en el 6, pero enlazaba dos birdies muy buenos en los hoyos 8 y 9. El tirazo en el 9 ha sido espectacular. No la ha embocado desde la calle de milagro. Ahí se ponía con -7, a tres golpes de la cabeza y nueve hoyos por jugar. Estaba metida en la pelea por ganar el Grande. Su sueño. Lo que ella quería. Darse una oportunidad.

Sin embargo, cayeron dos bogeys consecutivos en el 10 y en el 11. Tramo fatídico esta semana para la navarra. «Ha sido una pena los segundos nueve hoyos. El 10 y 11 creo que me han matado. He hecho un parcial de siete más ahí esta semana», admitía al acabar su ronda.

Obviamente, esos dos bogeys la sacaban por completo de cualquier opción de ganar, pero la reacción inmediata de Carlota fue extraordinaria. Logró un eagle estratosférico en el 13 al embocar un chip desde fuera en este par 5. De nuevo, se ponía cerca, se metía en la pelea. A tres golpes y cinco hoyos por delante. Su sueño. Lo que quería.

Su nombre apareció de nuevo en las pizarras y llegó otra vez el tropiezo doble. Bogeys en el 14 y 15 y vuelta a la casilla de salida, ahora ya sin tiempo para recuperar. Carlota no se esconde y es consciente de que aún le falta algo para ganar un Major. «Después del eagle en el 13, sabía que si llegaba a -10 podía tener una opción. Me voy con pena porque creo que el juego está ahí, pero me falta sentirme más cómoda en esos momentos», explica. Es decir, acostumbrarse a esa presión, jugar más suelta, menos atenazada, con más naturalidad. Ese es el listón que aún le queda por superar. Lo mejor del Chevron es que Carlota lo tiene detectado. Ahora, toca trabajar en ello.

«Tengo claro que tengo el juego para ganar y que estos campos duros me van bien. Sólo me queda seguir intentándolo, cabeza arriba y adelante», asegura. Y así es, no hay mejor manera de sentirse cómoda que acostumbrarse a estar en esas situaciones.