Hace dos años y tres días exactamente Adri Arnaus entregaba una tarjeta de 66 golpes en el recorrido negro del Club de Campo y se metía en el fin de semana del Open de España como uno de los grandes candidatos a la victoria. Su resultado era de -11. Hoy ha firmado 64 golpes en una gran segunda jornada y se ha vuelto a poner con -11. De nuevo se adentra en el fin de semana como candidato al triunfo el domingo. Es un maravilloso deja vu.
Aunque las situaciones sean casi idénticas, lo cierto es que en estos dos años han pasado muchísimas cosas en la vida deportiva de Adri Arnaus. Mucho cambios. Uno de los más significativos fue dejar de trabajar con su entrenador Nacho Garrido a finales de 2020. Nunca hubo entre ellos un problema técnico o personal, simplemente fue un momento en el que la relación necesitaba algo de espacio, distancia y cierto enfriamiento. Así lo entendieron los dos.
Después de varios meses, Arnaus entendió que su golf necesitaba dar dos pasos hacia atrás para volver a coger impulso y decidió marcar de nuevo el teléfono de Nacho Garrido. Llevan un par de semanas trabajando y el golfista de Moià comienza a sentir que está cada vez más cerca de recuperar ese control de tee a green que lo caracterizó. De hecho, siempre estuvo muy arriba en las estadísticas de greenes en regulación y golpes ganados de tee a green. Eso lo había perdido en los últimos meses y es lo que quiere recuperar junto a Garrido.
No crean que ha sido tocar una tecla y todo ha vuelto a funcionar como siempre, ni mucho menos, queda bastante trabajo por delante. Hoy mismo se ha podido comprobar. Arnaus ha sacado adelante un 64 espectacular, aunque en este caso hay que decir que el resultado ha estado muy por encima del juego de tee a green. Ha sido un siete menos exprimido hasta la última gota. La clave es que Adri ha sabido sufrir, se ha agarrado con uñas y dientes al terreno y ha jugado con la confianza y el ánimo de que las piezas están volviendo a encajar. Tiene esa seguridad y eso se transmite en las recuperaciones y en los momentos más complicados.
Eso sí, tendrá que afinar de tee a green el fin de semana si quiere tener realmente opciones de victoria, de lo contrario parece difícil que antes o después no acabe metiéndose en líos serios y pagando factura por ello. Mientras tanto, la historia se repite y Arnaus está encantado, sobre todo por haber entregado una tarjeta sin bogeys.
El líder del torneo a falta de que se complete la jornada con el turno de tarde es el holandés Will Besseling (-13). Tiene dos golpes sobre Arnaus, y tres sobre Rafa Cabrera Bello (-10) y Grant Forrest (-10).
