Inicio Tengolf TV Jon Rahm desvela sus dos claves para ser bueno en match play

Jon Rahm desvela sus dos claves para ser bueno en match play

Compartir

Jon Rahm tiene hambre y ganas de match play. Siempre lo tiene. Le encanta el formato. Es una especie de oasis en mitad de la temporada. Disfruta con el desafío del cuerpo a cuerpo. Es competir. No hay más que tú y el rival. La salsa de Jon.

«Este torneo es un buen paréntesis en la temporada. Cuando la temperatura empieza a subir, es bueno tener algo como el match play, que todavía es más emocionante, al menos para mí. Es una vibración diferente», asegura.

Respecto al grupo que le ha tocado en suerte (con Patrick Reed, Sebastián Muñoz y Cameron Young), Jon tiene claro que será difícil, tanto como cualquier otro. «No he pensado mucho en el grupo. El año pasado jugué con Sebastián y conseguí pasar la fase de grupos, pero fue un partido duro que llegamos al 18. Ojalá puede jugar bien este año de tee a green y pueda ganar incluso antes. Con Cameron y Patrick no he jugado nunca antes en match play y no tengo ninguna duda de que serán partidos muy duros. Todos sabemos de lo que es capaz Patrick, lo bueno que puede ser en match play. Y Cameron lleva un gran año. Todos los grupos son difíciles y habrá que jugar un gran golf».

Rahm entiende que muchos estarán pendientes especialmente del duelo con Reed, pero el de Barrika no le da demasiada importancia. «Todos sabemos el gran juego corto que tiene, pero no me lo tomo de una manera diferente a los otros dos. No se lo pone fácil a nadie, ni regala nada. Es un fiero competidor. Pero eso puede pasar con todos. Pueden jugar muy bien cualquier día y tú tener un mal día. Puede que sobre el papel tenga más atractivo, pero todos los partidos son duros. Aún recuerdo el partido contra Chez Reavie. Seguro que nadie le prestó mucha atención, fue durísimo y me ganó».

Como gran jugador de match play, Jon tiene su particular receta para hacerlo bien en este formato. Asegura que es su receta, no tiene porque ser la buena para los demás. «Para mí consiste en no tirar nunca la toalla. Sé que suena a tópico, pero así lo veo. Si vas cinco abajo y quedan seis hoyos, trata de ganar los seis hoyos. Nunca se acaba hasta el final. Aprovechar el momento es clave. Un swing lo puede cambiar todo y no necesitas jugar perfecto. Lo único que te hace falta es ganar al jugador que tienes enfrente. Si tienes la mentalidad de luchar cada golpe y ser agresivo, lo normal es que te vaya bien en match play». Esas son las dos claves: agresividad y pelea.

Del mismo modo, Rahm está preparado para irse a casa antes tiempo incluso jugando bien. En este sentido, es una semana diferente. «Es un torneo en el que puedes jugar muy bien y no pasar la fase de grupos. El margen es pequeño. A mí me ha pasado algunos años. También ocurre al contrario, ganas partidos donde no has pegado bien a la pelota, pero te las has arreglado para pasar. Salvo que juegues horrible, no es una semana para preocuparse demasiado si te vas a casa el viernes».

Por último, Jon demuestra que empieza a estar cansado de que le pregunten por el putter. Sigue con la misma estrategia. No le va a dar más importancia de la cuenta. Está convencido de que no hay ningún problema y que las estadísticas muestran un panorama peor de lo que realmente es. «Estoy cansado de responder a esa pregunta… Cuando eres el mejor desde el tee y estás entre los 10 mejores en los tiros a green, mi estadísticas de putt no van a estar entre los 20 mejores. Es imposible porque si fuera así ganaría cada semana por ocho golpes. ¿Significa que el putt está siendo tan bueno como podría ser? No, definitivamente. Pero las estadísticas reflejan datos peores a mis sensaciones. No está tan mal como parece. Quizá no han llegado los resultados, pero no estoy preocupado», remata.