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El de Barrika desvela dos anécdotas con Jack Nicklaus y con Phil Mickelson

Jon Rahm quiere saldar este año la cuenta pendiente con Nicklaus

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Semana especial para Jon Rahm. Juega el Memorial Tournament. Defiende el título. Aquí, en Muirfield Village, en ese green del hoyo 18, con esa victoria, se proclamó por primera vez en su carrera Número Uno del mundo y ahí mismo, a la salida de ese green, estaba Jack Nicklaus para felicitarlo por su gran triunfo. Fue un momento redondo. Único. Incomparable. ¿O quizá no tanto?

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El golfista de Barrika siente que faltó algo en aquel momento imborrable y confía en saldar la cuenta pendiente este mismo año, ese domingo. La cuenta es con Jack Nicklaus, el anfitrión del torneo, el dueño de Muirfield, el mejor jugador de todos los tiempos. «Son buenos recuerdos, pero voy a decir la verdad, quiero ganar otra vez para poder saludarle de nuevo y darle la mano como es debido, simplemente por eso, y que haya aficionados en el hoyo 18″», confiesa Jon.

Jon Rahm estrena un nuevo putter en busca de ‘aquellas viejas’ sensaciones

Hay que recordar que el año pasado, en plena pandemia, con medio mundo confinado y el torneo cerrado al público, Rahm y Nicklaus no sellaron este tradicional instante con el clásico apretón de manos, sino que chocaron sus puños. Fue un gesto de responsabilidad con la situación que se estaba viviendo, de respeto hacia Nicklaus, pero no fue completo. «El ambiente es muy diferente a cuando tienes espectadores. El año pasado no se oía nada, sólo los grillos en el campo y es un poco diferente cuando juegas los últimos hoyos, el ambiente y la energía es diferente. Con público creo que habría jugado incluso mejor. Fue un ambiente raro, pero es normal por la situación, explica.

En cuanto a la defensa del título, Jon aclara que el campo ha cambiado mucho respecto al año pasado, por lo que todos parten más o menos en igualdad de condiciones. En definitiva, que no hay ventaja por haber ganado aquí el año pasado. «Los cambios en el campo nos ponen a todos igual. Han modificado algunos greenes, han quitado un poco de cuestas, más jugable y más posiciones de bandera. Empezamos desde el mismo punto todos en cuanto a los greenes», explica.

Este Muirfield se parece bien poco al campo donde ganó Jon Rahm

Los últimos días han sido muy movidos para un muy buen amigo suyo. Hablamos de Phil Mickelson. Le preguntamos si han compartido alguna confidencia o historia más íntima y nos cuenta una anécdota brillante que explica lo competitivo que es el jugador de San Diego y la razón, seguramente, de que haya ganado el PGA con 50 años. «Le he preguntado un par de cosas y me ha dicho que me lo contará cuando se retire (jajajaj). Ya ves, todavía guardando secretos. En persona igual me lo dirá. Me ha dado la gracias por lo que he dicho de él y, eso sí, espero que cuando le vea, si me invita a su casa, pueda beber el vino del trofeo… que no será malo ese vino jajaja», apunta.

Por último, Rahm explica las razones por las que ha decidido meter un nuevo putter en la bolsa esta semana. «Cuando cambié al ‘two ball’ de Callaway fue por familiaridad con lo que jugaba antes de usar el Spider de TaylorMade. Era una mezcla, pero cambié el cuello del putt y la dinámica del peso. Antes tenía un putt que abría y tenía tendencia a tirar a la izquierda. Quise pensar que no era culpa del putt, no me gusta eso, pero en el PGA dije hasta aquí hemos llegado. Lo primero fue ir al cuello antiguo y ahora habrá un periodo de adaptación, me tendré que acostumbrar a la línea. Estoy muchísimo más contento con este de momento, más que nada por lo mal que he pateado. Lo que busco es que la bola empiece donde quiero que empiece».

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