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La emoción a flor de piel de José María Olazábal tras pasar el corte en el Masters

«Bien, Fuenterrabía, bien»

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José María Olazábal no ha podido evitar las lágrimas poco después de firmar su tarjeta de 71 golpes en la segunda ronda del Masters de Augusta. Son lágrimas de alegría, de satisfacción, lágrimas de orgullo, también de recuerdo, de nostalgia, de afecto. Lágrimas por ese abrazo que hoy se habría dado con Sergio Gómez, su mánager, su amigo, su confesor, su segundo padre, o con Seve Ballesteros, su mentor. Ese abrazo que no ha podido ser. Un abrazo arrebatado.

Olazábal se toma al fin una bonita revancha con su viejo amigo, el Augusta National

Son lágrimas de emoción. Siete años después el doble campeón del Masters de Augusta va a jugar los cuatro días. Ha pasado mucho tiempo. Demasiado. «Para mí esto es una victoria», aseguraba sin titubeos y con el labio tembloroso. Ya sabía que iba a llorar. «Se hace duro venir aquí cada año y no pasar el corte. Haberlo conseguido este año me llena de orgullo y satisfacción. Estoy emocionado», asegura.

Olazábal ha salido a jugar hoy con una idea grabada a fuego: sabía que era el cumpleaños de Seve. La fecha no podía ser más especial para redondear un día que no va a olvidar fácilmente. «Hoy sería su cumpleaños y se lo quiero dedicar a él. A él y a todos los que nos han dejado en este último año, a Sergio, a Luis, a Jorge… Han sido tiempos duros. Ya ves dedicarle un corte a Seve, parece poco, pero para mí es importante», afirma con los ojos acuosos.

Masters de Augusta 2021: segunda ronda, en directo

En cuanto al día de golf, Olazábal advierte de que está algo más asequible que ayer. «Está más fácil con muchas comillas. Las condiciones por la mañana eran perfectas. Yo creo que hoy se van a ver mejores resultados. Sigue estando duro, pero se puede hacer algo más que ayer», explica.

Una agradable charla en un sofá y un swing en el que hay que fijarse

En cuanto a su golf, José Mari, miembro del Salón de la Fama, premio Príncipe de Asturias, capitán jefe del Milagro de Medinah y tantas y tantas otras machadas, recuerda que este corte no es más que fruto del esfuerzo. «Hay mucho trabajo detrás. Hemos peleado mucho en los últimos meses con el trackman y estamos viendo los buenos resultados. Han sido muchas horas. El campo en estas condiciones me ayuda, aunque sigue siendo largo, y también fue importante meter en la bolsa la madera 7 en lugar del hierro 3. El tiempo pasa y el cuerpo ya no es igual, no pegamos a la bola igual y hay que asumir estas cosas», apunta.

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Hoy es día de fiesta en San Sebastián. Fiesta grande. Uno de los suyos ha pasado el corte en el Masters. 36 años después de su debut en Augusta sigue haciendo historia. Levanten esta noche su vaso y brinden por él. Se lo ha ganado.

«Bien, Fuenterrabía, bien». Es lo que le habría dicho Seve Ballesteros. No existe un mejor punto y final.