No parecía muy normal lo horrorosamente mal que se le estaban dando a Jordan Spieth los duelos individuales en las competiciones por equipos. Hasta ayer, entre Presidents Cup y Ryder Cup, había disputado siete partidos individuales y su registro era desolador, con seis derrotas y un solo empate. Ayer, sin embargo, ganaba con autoridad a Cameron Davis (4 y 3) un partido que había comenzado muy cuesta arriba para el texano, que perdía los dos primeros hoyos del duelo.
Con este triunfo, además, Spieth se convertía en el jugador más destacado de la cita, siendo uno de los pocos que habían disputado los cinco puntos posibles y el único que los había ganado todos, un balance tan potente como impoluto, con la inestimable colaboración de Justin Thomas, con quien jugaba y ganaba dos foursomes y dos fourballs.
Jordan, además, por la experiencia que ya tiene en este tipo de competición, es de los que creen que una buena actuación en una Ryder o en una Presidents puede relanzar la confianza del jugador hasta límites insospechados. Él mismo, por ejemplo, está convencido, y así lo dijo ayer, de que su buena actuación en la Ryder de 2014, en Gleneagles, aunque su equipo perdiera, fue fundamental para que su juego estallara en aquel extraordinario 2015, año en el que ganaba el Masters y el US Open y quedaba cuarto en el Open y segundo en el PGA, ni más ni menos. Por ello, Spieth considera que su año 2023 puede resultar realmente interesante… “Estoy emocionado por cómo ha sido esta semana. Creo que en esta Presidents he jugado mi mejor golf del año”, señalaba.
Ayer le preguntaban de manera directa por el último y evidente caso en este sentido, el de Scottie Scheffler, que debutaba en la Ryder de 2021 con una actuación sensacional y a continuación cerraba una temporada mágica, arrolladora, que le llevaba hasta el Número Uno del mundo. La respuesta del texano: “sí, ya he puesto el ejemplo de mi Ryder de 2014 y la temporada que luego hice en 2015. No quiero poner palabras en la boca de Scottie, pero creo que ha podido aprovechar esta temporada aquella experiencia de la Ryder de 2021”.
¿Realmente le fue tan bien a Spieth en la Ryder de 2014? Digamos que no le fue nada mal, pues ganaba 2,5 puntos de cuatro posibles en un duelo que Europa dominó con claridad. Y además él era debutante en el evento, igual que Scheffler el año pasado en Whitling Straits. Lo que está claro es que Spieth cree que las emociones y la presión que se sienten en una Ryder o en una Presidents no tienen parangón, por lo que el éxito en estas competiciones refuerza muchísimo la confianza del jugador.
