Estados Unidos ha ganado la Presidents Cup 2013 (18,5 a 15,5). Así, a bote pronto, para cualquiera que haya seguido la competición desde el jueves, la frase le sonará a rutinaria, esperada, cero sorpresa. Sin embargo, los americanos, bajo la batuta de Fred Couples, no han estado nada lejos de sufrir un cataclismo al estilo de Medinah. Tiger Woods lo ha evitado.
Sí, Tiger, bajo sospecha en la Ryder Cup, ha ejercido una vez más de líder en la Presidents. Tiger, Ryder y Presidents, la noche y el día. El Número Uno del mundo ha dado el punto de la victoria a su equipo por tercera vez consecutiva. Hay mucho de casualidad, por el orden de los partidos, pero también hay que estar ahí para ganarlo. Ha vencido en el 18 a Richard Sterne por 1 arriba. Ha doblegado al sudafricano y también a los problemas de espalda que le vienen acompañando en esta parte final de la temporada y que hoy han vuelto a aparecer a falta de cuatro hoyos. Posiblemente, Woods habría tenido más problemas con otro rival enfrente. A Sterne no le ha salido nada en esta Presidents. Pero así lo decidieron los capitanes.
Si Tiger no gana su punto contra Sterne se podría haber visto un numerito importante en Muirfield Village. Y es que en ese instante Simpson sólo ganaba por 1 a Oosthuizen y Mickelson estaba empate contra Ángel Cabrera. Todo en el aire. Los internacionales podrían haber empatado la Presidents (resultado válido en esta competición), aunque habría sonado a fracaso rotundo de Estados Unidos. A Couples no le llegaba la camisa al cuello cuando a Tiger le empezó a doler la espalda.
La tradicional supremacía de Estados Unidos en los partidos cuerpo a cuerpo se pone en entredicho. La debacle de Medinah y ahora, la derrota en el parcial ante los internacionales en la Presidents, al menos da que pensar. Ahora mismo, funcionan mejor en los fourballs y foursomes que en los individuales.
Salen reforzados de esta Presidents el propio Tiger Woods, que parece haber encontrado en Matt Kuchar a una pareja estable de futuro. El propio Kuchar, que ha rendido a un nivel excelente, o Steve Stricker, manteniendo a flote al joven Spieth. Hoy, sin el veterano a su lado, ha sufrido de lo lindo frente al guerrero DeLaet. Su bola al agua en el 16 es significativa. Mucha presión, aunque seguro que dará grandes alegría a Estados Unidos en el futuro.
Seguimos con el bando americano: fantástico Jason Dufner e inapelable Zach Johnson. Menuda pareja de foursome. Snedeker ha sido el más flojo en Estados Unidos. Simpson no ha perdido, aunque alguno puede pensar que su actuación ha sido gris. Es lo que tiene este jugador. Mata callando. Muy bien Mickelson y Bradley, aunque al jugador de Boston le siguen sobrando tics y aspavientos. Debe cuidarlo. Haas y Mahan han respondido a las expectativas. No han brillado, pero han aportado.
Por el bando internacional, enorme Jason Day, líder espiritual y deportivo del equipo. Magnífico Adam Scott, cumpliendo con creces con el joven Matsuyama a sus hombros. DeLaet se ha revelado como un excelente jugador match play. Mejor no ponerse en la piel del rival que le toque en suerte el próximo año en el Accenture. Ernie Els cumplió con buena nota y Brendon de Jonge le dio la razón a Nick Price y cayó muchas bocas. El zimbabuo ha sido bravo y ha sumado mucho más que restado. Los lunares: Oosthuizen, en baja forma, Grace, Cabrera y Sterne. Schwartzel también cumplió con buena nota. Y gran papel también de un ‘outsider’ como Leishman.
Estados Unidos ganó una vez más la Presidents Cup. Aquí no se invirtió la tendencia como en el Seve Trophy. Son ya ocho victorias, una derrota y un empate. Suma cinco triunfos consecutivos.
Pd: Y el otro gran ganador: Muirfield Village. Lo que realmente parece un milagro es que el torneo, con la que ha caído, se haya podido acabar el domingo. Enorme el campo de Jack Nicklaus.
